Sandra Gómez es la tía Agustín Altamirano, quien está derivado en la ciudad de Buenos Aires desde el día 7 de abril, con un cuadro de Leucemia Linfocítica Tipo B. La mujer organiza un sorteo mensual por un bono contribución para ayudar a los padres del joven a costear el alquiler del departamento donde se hospedan mientras acompañan a su hijo.
Unos días atrás otro tío hizo una venta de empanadas y “dos días antes ya habían cerrado la venta porque fue mucha la cantidad”. Ahora buscar hacer una colecta de forma mensual.
Gómez destacó que “se va hacer un bono contribución, donde se pueden contactar conmigo todos aquellos que quieran colaborar, ya sea donando algo para poner en el bono”.
“La idea es que colaboren con premios que podamos poner en el bono contribución y así recaudar, y el mes que viene también sería también hacer otro bono contribución y así como ir teniendo unas programaciones mensuales”, mencionó la vecina, teniendo en cuenta que “además hay gente que se anotó con una cuota mensual de 1.000 pesos, comprometiéndose a enviar esa cuota mensual a la cuenta de mi cuñado, como para que ellos sepan con qué dinero cuentan”.
“Yo sé que ellos (por los padres) nunca pidieron nada, porque la idea surgió de amigos de la familia, para que ellos sólo se concentren en la recuperación de Agustín y que no estén pensando en lo económico”, agregó Gómez, quien puso a disposición su número de teléfono celular (2964-503634), así como también mencionó la dirección de Facebook a nombre de David Galván, para que se contacten los interesados en efectuar donaciones.
La historia de Agustin
Debido a que el muchacho “tiene muchos glóbulos blancos en su sangre”, se le realiza de forma diaria “una diálisis de sangre” y, después de esto, “si el tratamiento funciona, empezarían con una quimioterapia”.
Además, Agustín tendrá que realizarse un estudio de la médula y un estudio de la cadera en los próximos quince días.
“La verdad que nos tomó por sorpresa, obviamente, una enfermedad así -dijo la tía-. Por el momento, habían dicho que eran quince días que se tenían que instalar, y el mismo día a la noche le dijeron que ya alquilé un departamento por dos meses, porque Agustín está muy débil”.
“Ellos no pueden compartir con nadie nada, tienen que ir desde la clínica al departamento y, como sabemos que estamos en un tiempo así raro de pandemia, la verdad que cualquier cosa sería muy peligrosa para él que se contagie de cualquier virus”, detalló Sandra Gómez.
Agustín tiene 13 años, juega al fútbol y tiene dos hermanos menores.
“El es un buen nene, muy sano, jamás había tenido nada más que las vacunas y controles normales desde chico, así que es una situación bastante difícil para todos -explicó la vecina-. En principio son dos meses, pero en realidad ya le dijeron que el tratamiento va de siete meses a 2 años. Ellos tienen obra social, mi hermana trabaja en el Registro Civil, pero la obra social le cubre lo mínimo”.
“Nosotros lo que pedimos es colaboración, y de hecho la gente está colaborando, y me impresiona, porque hay mensajes que me llegan de gente que ni conozco y dicen que hicieron una venta para ayudar a Agustín”, relató la tía del muchacho.
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