El ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, comunicó hoy que se avistaron en el fondo del mar partes claves del avión militar accidentado el pasado 2 de septiembre en el archipiélago Juan Fernández con 21 personas a bordo.
«Tengo la certeza de que las hélices sí las tenemos ubicadas y entiendo que también los motores los tenemos ubicados», aseguró hoy Allamand en rueda de prensa en el mismo lugar del accidente.
El ministro que llegó a la zona a las pocas horas de sucedida la tragedia aérea, explicó que los sondajes y los robots que se están utilizando en el rescate han permitido obtener un panorama claro del fondo marino y de los restos diseminados del avión de la Fuerza Aérea de Chile (Fach).
El Casa 212, que transportaba a miembros de la Fach, un equipo de periodistas de Televisión Nacional, funcionarias del Gobierno e integrantes de una organización filantrópica, se estrelló el viernes 2 de septiembre tras dos intentos de aterrizaje en esa isla, a 670 kilómetros de la costa chilena.
«La fuerza del accidente». Allamand también explicó hoy que gracias a las nítidas imágenes que han entregado los robots «uno se puede dar cuenta de la fuerza del accidente» porque el grado de destrucción que muestran las figuras confirman que «fue un impacto brutal».
«A esta altura las grabaciones entregan información bastante completa del estado en que se encuentra el resto del avión en el fondo del mar», explicó el ministro chileno quien precisó que tanto las hélices como los motores fueron avistados en un perímetro de 50 a 70 metros.
Allamand confirmó que los dos vehículos submarinos no tripulados, del tipo SwordFish MK18, y cuatro integrantes de la Armada de EE.UU., que llegaron en la noche del miércoles a Santiago ayudarán en las labores de rescate a partir de las próximas horas.
Hasta ahora se han identificado catorce víctimas, diez de ellas a través de análisis de ADN gracias al hallazgo de restos fragmentados y después de que el Servicio Médico Legal creara un banco de sangre con información genética de los parientes directos de los 21 fallecidos.
Un día después del accidente se recuperaron los cadáveres de dos periodistas de Televisión Nacional, una funcionaria del Consejo de la Cultura y un cabo de la Fuerza Aérea de Chile, a quienes fue necesario sólo un examen de sus huellas dactilares para saber sus nombres.