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Dos desaparecidos y ningún resultado

El subjefe de Policía salió a defender tibiamente a la Fuerza por las críticas que se levantan en su contra. La Justicia también está acusada, pero nadie de allí salió a dar explicaciones. Los pobres resultados parecen hacer necesaria una actitud más seria de ambas partes.




La desaparición de una mujer de cuyos datos no se tienen noticias desde hace dos semanas se constituye en el segundo caso en seis meses en que la Policía y la Justicia no saben dar respuestas por la falta de resultados.



María Cristina López es buscada por sus familiares desde el 15 de marzo y su desaparición se suma a la de Sofía Herrera, de cuya suerte nadie puede dar explicaciones. Diversos sectores han puesto seriamente en tela de juicio el accionar de la policía y la Justicia.



La situación generó en las últimas horas una fuerte polémica a la que el subjefe de Policía Herminio Soloaga intentó poner fin con una tibia defensa respecto del trabajo de la Fuerza.



Soloaga llamó el sábado a una conferencia de prensa a la que sólo se invitó a unos pocos medios además del canal oficial, para argumentar que “desde la jefatura de la Policía y del personal, estamos todos abocados para encontrar a esta persona. Se está haciendo un trabajo a conciencia con muchos que incluso están poniendo a disposición sus días de franco”.



Las manifestaciones del Jefe policial resultaron una tácita respuesta a los reclamos del ex presidente del Colegio de Abogados Francisco Giménez (patrocinante de la familia de Cristina López) quien censuró “la ineficiencia a la hora de resolver casos sobre personas desaparecidas”. Giménez aludió tanto al caso de López como de la niña Sofía, manifestando irónicamente que “al parecer en la ciudad hay que encenderle velas a los santos, o aguardar que algún vidente que trabaje en conjunto con el Poder Judicial se ilumine e informe donde se encuentra la gente desaparecida”. “Existe una incapacidad absoluta para trabajar con este tipo de casos”, fustigó el letrado.



Como sea, el Jefe de Policía Walter Papa se sintió movido a plantear una defensa de la institución, enviando a Soloaga a decir ante unos pocos periodistas que “Por disposición del Jefe de la Policía me hice presente porque están todos los jefes de dependencia con todo su personal abocados a recorrer toda la zona de la costa, desde Cabo Domingo a Cabo Peña”.



“Hubo cerca de 140 efectivos por la mañana y un centenar por la tarde, incluso algunos con cuatriciclos particulares”, se defendió el uniformado, afirmando que la búsqueda de López se intensificó a partir de datos aportados por la Prefectura, cuyos efectivos estaría trabajando bajo el agua, como medida extrema y que el rastrillaje abarca “todos los alrededores de Río Grande”.



La Justicia también



Mientras la Policía brindó sus argumentos defensivos, desde el Poder Judicial se conservó el habitual silencio y la falta de explicaciones que son norma en los jueces y fiscales fueguinos.



Giménez no se había privadote criticar también a los magistrados al afirmar que “son rápidos para tomarse la feria pero no para hacer el trabajo que la comunidad espera, en especial la familias de las víctimas”.



El abogado riograndense rogó para que el Poder Judicial “se ponga a la altura de la circunstancia y empiece a mostrar resultados y a dar respuestas a la sociedad», censurando con crudeza a los funcionarios judiciales que permitieron que, en el caso López “sin psicólogos; a la que te criaste, llamaron a declarar a los niños y adolescentes como si fueran un mayores de edad”.



De todos modos y a pesar del notorio fracaso en su accionar, los jueces y fiscales siguen sin sentirse en el deber de dar explicaciones.



Suelen decir que ellos hablan por sus fallos. Cabe agregar que de su idoneidad hablan los resultados.