Los restos fueron encontrados en dos sectores de Juan Fernández, en Tierra Banca y Playa Larga. También se hallaron fragmentos de fuselaje provenientes del avión CASA 212.
«La tarea de identificación corresponde al Servicio Médico Legal (SML). No podemos saber si se trata de restos de los cuerpos que ya fueron hallados o de otros», señaló.
El mayor hallazgo que informó el funcionario fue la señal de un teléfono celular iPhone que portaba uno de los ocupantes del avión siniestrado, la que fue captada brevemente y permitió triangular su posición.
«Uno de los pasajeros traía uno de estos equipos. Al caer el mar, fue triangulado y uno de los familiares nos envió la información», explicó el contraalmirante Francisco García Huidobro, comandante en jefe de la Escuadra, quien está a cargo de las operaciones de búsqueda emprendidas por unidades de la Armada.
El antecedente será utilizado en las tareas de búsqueda de restos, probablemente, mediante el uso de los dos robots submarinos desplegados en la zona.
Confirmaría, además, la versión de un testigo que vio al avión luego de su fallido intento de aterrizar, ya que ubicaría el sitio de la caída en una zona ubicada entre el estrecho que separa las islas de Robinson Crusoe y Santa Clara y el sur del aeródromo de Juan Fernández.
En cuanto a los trozos de la aeronave que fueron encontrados, el ministro indicó que no se localizó «ninguna pieza que tuviera más de 50 centímetros, es decir, esto confirma que el avión tuvo una alta fragmentación».
«Estamos luchando contra la naturaleza, contra fuertes vientos y corrientes marinas de gran intensidad, y hasta ahora el mar no nos da respiro», aseguró. «Tenemos la más alta tecnología, cinco buques operando en la zona, cuatro helicópteros volando permanentemente, comandos y fuerzas especiales, pero todas las capacidades tecnológicas, materiales y humanas tienen que rendirse frente a la implacable fuerza de la naturaleza», reconoció. «Necesitamos que Dios y el mar nos den una mano», enfatizó.
Más temprano, el funcionario se había mostrado optimista de lograr «buenos resultados» durante la jornada luego de que los aparatos de localización acústica del buque Almirante Merino y de los botes zodiac registraran irregularidades en el interior de las aguas.
«Procesamos la información e identificamos dos áreas de interés; significa que allí establecimos algunos contactos. ¿Qué quiere decir? Que encontramos ciertas anormalidades en la topografía de las profundidades», había explicado.
El operativo continuará con la participación de dos robots Proteus 1000, que descenderán en profundidad y visualizarán las zonas. «Si en la verificación de los puntos identifican hallazgos propiamente tales, vamos a bajar a nuestros buzos», señaló.
Recordó que otros equipos continúan trabajando en la búsqueda y rastreo de los restos en cuatro puntos del mar. «Por el norte, donde está Punta Caimán; al norte de Bahía Padre; al frente, isla Santa Clara; y al noreste, casi a la cuadra donde termina Bahía Carvajal hacia el este», detalló.