Legisladoras, funcionarias y referentes de distintos espacios políticos, sociales y sindicales repudiaron esta tarde la actitud del fiscal de la ciudad chubutense de Rawson, Fernando Rivarola, que aceptó el pedido de la defensa de los cinco imputados de la violación en manada de una chica de 16 años y ninguno de ellos, con la nueva calificación, será encarcelado.
Rivarola disminuyó la calificación de «abuso con acceso carnal» a «abuso sexual simple» y consideró que se trató de un «accionar doloso de desahogo sexual».
Mientras que los hashtags #DesahogoSexual y #ViolaciónEnManada escalaban en Twitter, la investigadora, socióloga, historiadora y feminista argentina Dora Barrancos dijo a Télam: «es un desquicio esa decisión del fiscal, es totalmente desapegado del sentido común que se va construyendo en la mentalidad de buena parte de operadores de la justicia, y seguramente va a prosperar un pedido de juicio político para este funcionario».
«Ni lo más articulado y resistente del patriarcado de hoy en las canteras del poder judicial puede estar de acuerdo con este fallo, es absolutamente contrario a derecho», aseguró.
La senadora del Frente de Todos por la provincia de Chubut, Nancy González, expresó a esta agencia su «enérgico repudio» a la decisión y exigió que «se dejen de vulnerar de una vez por todas los derechos de las mujeres y se piense en la víctima a la que le arruinaron parte de su vida».
La senadora del Frente de Todos por la provincia de Río Negro, Silvina García Larraburu, afirmó en diálogo con Télam que «Fernando Rivarola no puede formar parte del sistema judicial argentino, además de carecer de perspectiva de género, carece de humanidad; considerar que la violación que perpetra un criminal es un «desahogo sexual» parece salido del medioevo o de un régimen no democrático».
La diputada del Frente de Izquierda, Romina del Plá, declaró a esta agencia que «el fiscal Fernando Rivarola viene a sellar la impunidad de este aberrante crimen de los «hijos del poder».
«Chubut es la cuarta provincia con más femicidios de país. Los «Rivarola» son la cobertura política, estatal e ideológica, que garantiza que esta barbarie se siga extendiendo», completó.
La diputada de Consenso Federal, Graciela Camaño, dijo a Télam que «es increíble. No pueden integrar el servicio de justicia cavernícolas. Argentina tiene ley de victimas, ley Micaela, el femicidio como delito agravado. No se puede desconocer el sentido de las normas y seguir siendo parte del servicio de justicia».
La diputada del Frente de Todos, Claudia Bernazza, afirmó en diálogo con Télam que «resulta inconcebible que a esta altura de los acontecimientos y justo en un día como este en que las mujeres argentinas dieron un ejemplo al mundo con la movilización de 2015 en contra de los femicidios y la violencia contra las mujeres aparezca una cosa así».
En tanto, la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal tuiteó: «Esto no es justicia; es machismo en su máxima expresión».
La diputada del Pro, Karina Banfi, señaló que «es un día de reflexión para todas las argentinas, es un año más de Ni Una Menos, llevamos más de 1.500 femicidios a manos de violencia machista y hoy nos tenemos que enterar que el fiscal Rivarola quiere atenuar una violación en manada hablando de ‘desahogo sexual’, así no hay justicia y nos vuelven a violentar o a revictimizar ante episodios como este».
«Evidentemente este fiscal no paso por el curso de la ley Micaela o no aprendió nada del mismo», completó Banfi.
La diputada del Frente de Todos Cecilia Moreau dijo a Télam: «Queda claro de qué hablamos cuando hablamos de justicia patriarcal. Basta de violencia misógina en los poderes del Estado. Es bestial. Se tiene que ir, es una vergüenza».
La diputada del Frente de Todos María Rosa Martínez dijo que «es vergonzoso, repudiable y machista; vuelve a revictimizar a la chica y no entiende que no somos propiedad descartable desechable. Juicio y Castigo».
En el mismo sentido se expresaron las diputadas del Frente de Todos Carolina Gaillard -«me sumo a las voces de repudio»- y Gabriela Estévez -«como mujer y como militante política y feminista siento la verdad una profunda angustia y bronca»-.
Por otro lado, la Asesora General Tutelar porteña, Yael Bendel, destacó que usar la frase «desahogo sexual» da cuenta de «la falta de perspectiva de género y de infancia» que tiene el fiscal Rivarola.
«El fiscal debería rectificarse inmediatamente y que se evalué si es idóneo para perseguir delitos tan aberrantes como lo es el abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes», agregó.
Hijos del poder
El caso fue denunciado por la víctima a través de las redes sociales en enero de 2019, y llegó a los Tribunales en agosto. Fue conocido mediáticamente como «La manada de Chubut».
Los implicados son cinco jóvenes que pertenecen a familias conocidas y poderosas de la ciudad de Puerto Madryn, que fueron acusados de drogar y abusar sexualmente de una chica de 16 años durante una fiesta del Día de la Primavera en Playa Unión. Un sexto acusado se quebró y declaró como arrepentido.
A un año y medio del comienzo de la causa, el fiscal acordó con los abogados defensores la realización de un juicio abreviado. La pena será de tres años en suspenso, por lo cual ninguno de los imputados deberá pisar la cárcel.
Ahora, el juez penal Marcelo Nieto di Biase deberá resolver si acepta o no el juicio abreviado de Ezequiel Quintana, Leandro Del Villar y Luciano Mallemaci.
Cómo sucedió
La víctima contó a través de su cuenta de Facebook que la violación tuvo lugar en un casa de Playa Unión, durante una fiesta privada. Ella estaba con otras seis amigas, todas de Puerto Madryn.
En un momento de la noche fue llevada a una habitación oscura y llena de camas, en la que mientras dos o tres jóvenes la violaban, uno cuidaba que no entrara nadie más.
Estaba casi desvanecida y bajo los efectos de alguna droga. Las amigas la encontraron, juntaron su ropa que estaba tirada alrededor de la habitación, la vistieron y se la llevaron.
La chica no contó lo que le había sucedido hasta que tuvo su primer intento de suicidio y fue descubierta por sus padres. Allí les confesó todo y ellos la llevaron al hospital para activar el protocolo que se usa en víctimas de violencia sexual.
A partir de ese momento, también recibió amenazas para que no haga la denuncia. Tanto la amedrentaron, que tuvo que mudarse a la provincia de Buenos Aires con su familia.
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