La policía explicó que la magistrada -de 47 años de edad-, fue muerta en su propio auto, cuando arribaba a la finca que ocupaba en Niterói, ciudad vecina a Río de Janeiro.
Allí aguardaba un grupo de hombres armados y encapuchados a bordo de dos automóviles y de dos motocicletas, que realizaron al menos 16 disparos y se escaparon después del crimen.
Acioly era famosa por dictar duras condenas contra integrantes de grupos de exterminio -ordenó encarcelar al menos a 60 paramilitares- acusados de asesinar a por lo menos 15 personas en la ciudad de Sao Gonçalo, vecina a Niterói.
Además, la funcionaria judicial ordenó el arresto de varios agentes policías acusados de delitos como el secuestro de narcotraficantes para exigir el pago de rescate y simulación de enfrentamientos para justificar asesinatos de supuestos delincuentes.
Según el presidente del Tribunal de Justicia de Río, Manoel Rebelo dos Santos, Acioly había recibido varias amenazas de muerte en los últimos cuatro años.
Las primeras pericias dieron como resultado que los criminales acertaron diez disparos en el cuerpo de la magistrada, quien se encontraba casada con el policía militar Marcelo Poubel de Araújo.