(Río Grande, 02 de agosto de 2011) – Ex combatientes argentinos solicitaron a la justicia federal que se identifiquen los restos de 123 compatriotas muertos durante la guerra de 1982 con el Reino Unido en las islas Malvinas y sepultados en el cementerio malvinense de Darwin.
«Nuestro compromiso es que todos nuestros compañeros tengan su nombre y apellido, es lo menos que podemos hacer por ellos. Tenemos que devolverles la identidad», subrayó Ernesto Alonso, miembro del Centro de Excombatientes de las islas Malvinas, a radios locales.
«Además estamos pidiendo que se determinen las causas de la muerte», apuntó en momentos en que la justicia investiga la aplicación de tormentos a soldados argentinos por parte de oficiales superiores y crímenes británicos presuntamente cometidos durante la guerra que concluyó el 14 de junio de 1982 con la rendición de las tropas del país suramericano.
Hay restos de 123 soldados sepultados junto a las 114 tumbas del cementerio de Darwin, destinado a argentinos caídos en la guerra y situado a las afueras de Puerto Argentino (Port Stanley), capital de las Malvinas, cuya soberanía está en disputa desde 1833, cuando las islas fueron invadidas por tropas del Reino Unido.
La presentación ante la justicia federal de Buenos Aires aduce el derecho ciudadano «a la identidad y la verdad» por lo que reclama que «se ordene» al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández que dentro de su competencia tome las medidas necesarias para identificar esos restos.
Propone que expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense, que intervino en la identificación de desaparecidos durante la dictadura militar (1976-1983), viajen a las Malvinas para llevar a cabo esta misión, explicó Alonso.
El excombatiente insistió en que además hace falta esclarecer «posibles crímenes de guerra» presuntamente cometidos tanto por oficiales de las Fuerzas Armadas argentinas como de las británicas.
Al cabo de largas negociaciones, el Reino Unido ha aceptado que se levante un monumento a los soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin y periódicas visitas de familiares, pero se niega tajantemente a tratar la cuestión de soberanía, como reclama Argentina.