La Fuerza Aérea Argentina retiró de servicio el último avión de transporte Fokker F-28 que estaba en vuelo de los seis adquiridos 45 años atrás. Sin reemplazo a la vista, el aparato matrícula TC-53 pasaría a inactividad en octubre venidero según el plan que trazó el jefe de la fuerza, Enrique Amrein. No aguantó. La fatiga de la estructura alar dijo basta.
En una inspección de rutina; la semana pasada; los mecánicos de la base El Palomar descubrieron una fisura (casi una grieta) en la raíz de un plano (ala) que compromete gravemente la seguridad del vuelo y la vida de la tripulación más el pasaje si la configuración es de transporte de personal. Inapelable hallazgo que dejó en tierra de manera anticipada y definitiva una aeronave que se utilizaba en tareas de transporte táctico. Cumplía operaciones de traslado de funcionarios del Gobierno nacional, pasajeros de la fuerza, carga logística, “vuelos monedero” (llevar dinero a bancos oficiales del interior del país), evacuación médica y otras.
No fue la única novedad, tenía fugas persistentes de combustible por el ala derecha que meticulosamente sellaban desde el exterior del plano, maniobra que no todos aceptaban como válida y segura. El alto mando aéreo quiere que “Highlander”; tal el apelativo que la picardía criolla puso al veterano Fokker TC-53; se despida con un vuelo ceremonial antes de su desprogramación. La misma operación se hizo en noviembre de 2016 con el último Fokker de la familia F-27 al servicio de LADE (Líneas Aéreas del Estado), unió ciudades patagónicas en un recorrido de 11.000 kilómetros hasta su arribo final a la II Brigada Aérea de Paraná.
En varias oficinas del edificio Cóndor, asiento de la jefatura de la fuerza, hay opiniones contrarias a esa iniciativa que tildan de temeraria y riesgosa. Las opciones de reemplazo apuntan a una aeronave con capacidad de despegar y aterrizar en distancias reducidas, operar en pistas no preparadas y que tenga la versatilidad de ser configurado para traslado de pasajeros, de carga, tropas pertrechadas, evacuación sanitaria, lanzamiento de paracaidistas y aero lanzamiento de carga. A estas cualidades operativas el mandato de la ley de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores promulgada por la gestión Cambiemos establece que ante una compra a proveedores extranjeros u otra contratación mayor de un bien se harán acuerdos de cooperación con firmas locales para transferir tecnología, bienes o servicios vinculados al contrato.
La fuerza inició gestiones por intermedio de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) para adquirir o incorporar por leasing, dos aeronaves del tipo C-295 de Airbus Military, un formato de negociación de contado. La jefatura sostiene que es una medida de coyuntura para recuperar la capacidad de transporte mediano.
El apuro por cubrir la baja del sistema Fokker no debería apresurar decisiones en medio de la sequía de dólares que se avecina. Orientar a las fuerzas en concordancia con la política estratégica de alianzas del país es resorte de las autoridades de Defensa. El ministerio ha firmado innumerables actas de cooperación técnica militar y de producción para la defensa con países de interés. Por caso, en 2011 una Declaración Conjunta que establece la Alianza Estratégica en la Industria Aeronáutica entre Argentina y Brasil. A partir de allí, la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) es socio de riesgo con Embraer Military en la producción de partes destinadas al avión de transporte militar brasileño KC-390.
Desde 2012 FAdeA produce seis componentes, entre ellos una sección de la compuerta trasera, las puertas protectoras del tren de aterrizaje delantero y el cono de cola. Un memo de entendimiento firmado entre los ministerios de Defensa en el gobierno anterior expresa la intención de adquirir 6 transportes medianos KC-390. Parte del mantenimiento podría efectuarse en el país previa negociación con Embraer sujeta a la legislación del Compre Argentino, amén de acordar financiación con el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES).
(Fuente: ámbito.com)
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