Cuatro días sin servicio aéreo han provocado mucho más que malestar a los usuarios de Aerolíneas Argentinas que pretenden partir o llegar al destino Río Grande.
La presencia de niebla en la zona de operaciones de los vuelos motivó que, sin evaluar otras alternativas, la compañía decidiera cancelar un total de 20 servicios en días consecutivos, dejando varados a más de 2.500 frustrados pasajeros.
La difícil situación –que no parece preocupar a los operadores aéreos- generó una protesta formal del gobierno de Tierra del Fuego. La gobernadora Rosana Bertone fue quien llevó adelante el reclamo, enviando notas al presidente de Aerolíneas Argentinas, Luis Malvido, al Administrador Nacional de Aviación Civil, Tomás Insausti, y al presidente de la Empresa Argentina de Navegación Aérea, Gabriel Gianotti.
Este jueves, la agencia de noticias oficial Télam informó que la empresa respondió que “sólo se trató de una reprogramación por cuestiones humanitarias, ya que el aeropuerto está operando en un solo turno”.
Arguyen, al respecto, que no hay personal suficiente en el aeropuerto para atender normalmente los vuelos de la compañía.
Bajo el título “Cruce entre Tierra del Fuego y Aerolíneas Argentinas por los vuelos a Río Grande”, Telam explica que “Mientras la empresa asegura que se debió a que el aeropuerto está funcionando con un servicio restringido, desde la gobernación acusaron a Aerolíneas de no invertir en equipamiento, para operar en condiciones desfavorables”.
«Teniendo en cuenta que el principal problema del aeropuerto riograndense es la presencia de niebla a la hora en que deben aterrizar los vuelos de Aerolíneas, es que solicitamos a la empresa un cambio en los horarios de arribos y partidas», enfatizó Bertone en declaraciones oficiales.
Un suicidio y una licencia
Desde la empresa, los voceros informaron que el servicio tuvo que ser reprogramado a causa de la muerte de uno de los controladores -quien se suicidó a fines de junio- y que su compañera se encuentra de licencia.
De esa manera, los dos vuelos diarios comenzaron a aterrizar en el turno de la mañana con apenas una hora de diferencia entre ellos, ya que uno aterriza a las 7:25 y el otro 8:25.
«No hay cancelación sino reprogramación por una cuestión humanitaria, es un tema que nos excede a nosotros, no podemos operar si el aeropuerto está cerrado», dijo a Télam Marcelo Cantón, vocero de la empresa.
Dando detalles que puedan indignar a los riograndenses, la nota de Télam asegura que Cantón “agregó que esta semana tuvieron que cancelarse sólo dos vuelos pero por cuestiones climáticas, ya que hubo una tormenta de nieve”.
..
Comentarios