Con el frío clima que la política decisión dispensarle, el Presidente de la Nación cumplió con su visita a Ushuaia, antes de viajar a Santa Cruz donde espera entrevistarse con la gobernadora Alicia Kirchner.
El Presidente cumplió con la corta agenda que tenía preparada, lejos de la gente y de la prensa y sin dejar anuncios relevantes para la provincia.
Contrariamente a la expectativa que suele despertar toda visita presidencial a Tierra del Fuego (mucho más cuando es la primera de Macri desde que asumió la Presidencia), los políticos y funcionarios decidieron no hacerse presentes en ninguna de las etapas de la recorrida del Jefe de Estado. Sólo el vicegobiernador de la Provincia, Juan Carlos Arcando, cumplió con el deber formal de darle la bienvenida y acompañarlo en los actos oficiales, en tanto los legisladores de Cambiemos Pablo Blanco y Oscar Rubinos integraron el despoblado comité de recepción para el líder del espacio oficialista.
Hubo fuertes críticas y malestar expresado desde Cambiemos contra el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, quien optó por el desplante al Presidente de la Nación y dio órdenes concretas a sus funcionarios de no mostrarse en ningún punto de la recorrida.
Agenda cumplida
Desde muy temprano, Mauricio Macri encaró el itinerario que tenía preparado para su corta estadía en Ushuaia. En principio realizó la recorrida prevista a la planta de Newsan, donde departió con un grupo reducido de empresarios, sin testigos y sin funcionarios invitados.
Luego, en lo que constituyó el único acto oficial en territorio fueguino, dio un breve discurso en el marco de la obra de tratamiento de líquidos cloacales Arroyo Grande. Algunos funcionarios y obreros con su clásico casco, formaban el séquito obligado para la ocasión.
Sin anuncios relevantes para los fueguinos y sin contacto con la prensa, el Presidente dio así por cumplida su primera visita a Tierra del Fuego desde que asumió la presidencia, en diciembre de 2015.
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