(Buenos Aires, junio 13 de 2011) – Si bien el encuentro entre el secretario de la ONU, Ban KI-Moon y la presidenta Cristina Kirchner tuvo su eje en el reclamo por la soberanía de las islas Malvinas, también tuvo su capitulo aparte la odisea del líder de la ONU, que por las cenizas del volcán Puyehue debió moverse por tierra y hasta festejar su cumpleaños número 67 en una estación de servicio.
Así, lejos de los lujos que suelen tener los viajes de los funcionarios de organismos internacionales, Ban Ki-moon se debió conformar con unos alfajores en una estación de servicio de Rosario, en Santa Fe, y seguir viaje durante los 700 kilómetros que hizo por tierra. Fue porque su vuelo no pudo aterrizar en Buenos Aires y debió ser desviado a Córdoba.
El jefe de la ONU venía desde Colombia, primera etapa de su gira Sudamericana que sigue en Uruguay y Brasil. El actual Secretario quiere mantener su cargo en la poderosa ONU. El viaje debió continuar en colectivo por autopista hasta llegar a Rosario. Allí se le cantó el debido Feliz Cumpleaños y continuó la travesía hasta Casa Rosada.
Cristina Kirchner se disculpó con el titular de la ONU, cuyo vuelo fue desviado a Córdoba y hasta tuvo que desayunar en una estación de servicio (foto) cuando lo trasladaron a Capital. «No tenemos nada con los chilenos, pero las cenizas son de ellos», bromeó la mandataria.
Reclamo por Malvinas
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió hoy al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon que el Reino Unido acepte negociar con Argentina la soberanía de las Islas Malvinas. El recientemente llegado secretario del organismo internacional en el marco de una gira por los países de la región, que debido al problema causado por las cenizas volcánicas el avión en el que viajaba fue desviado a Córdoba, desde donde se trasladó a Buenos Aires en automóvil.
Al mediodía, Cristina Kirchner recibió al secretario general de las Naciones Unidas en el Salón Azul de la Casa de Gobierno, y luego de una reunión privada que duró casi media hora se sumaron el canciller Héctor Timerman y el embajador argentino en la ONU, Jorge Arguello, dieron una declaración a la prensa en la Sala de Conferencias.
«Hemos reiterado nuestro deseo de que Inglaterra acepte la resolución 2.065 de Naciones Unidas en el sentido de sentarse en la mesa de negociaciones con la Argentina», dijo la presidenta tras el encuentro privado. Y agregó: A su vez, el funcionario internacional afirmó que «la Argentina es uno de los socios más importantes de la ONU» y que «juega un rol fundamental», al tiempo que destacó que nuestro país y «toda América latina pueden jugar un papel mayor en la ONU».
Al comentar que había reiterado a Ban Ki-moon el reclamo argentino por Malvinas, Cristina dijo que «son precisamente los países que se presentan ante el mundo como los grandes civilizadores y democráticos», quienes «deben dar el ejemplo de que las resoluciones de la ONU deben ser aceptadas por todos, por los países emergentes y también por los desarrollados».
Crédito foto: Prensa Naciones Unidas