A poco más de dos semanas de tener que suspender su viaje a México por sufrir un pico de hipotensión, la presidenta Cristina Fernández finalmente concretó hoy su viaje postergado, pero por el intenso calor del país azteca estuvo a punto de padecer nuevamente este problema de salud que la mandataria arrastra desde hace tiempo.
«Creo que debo una disculpa por lo que fue mi visita anterior, que se frustró no por voluntad de quien les habla, sino por los problemas de salud que tengo con mi hipotensión que en un día como hoy, también de tanto calor…», explicó la mandataria mientras agitaba su abanico negro y dejaba traslucir así que el clima en el Distrito Federal mejicano le había producido algún inconveniente.
En este sentido, agregó que «por suerte el presidente (Calderón) me ha acompañado bajo el sol con un paraguas para que no me afecte».
Poco más tarde, fue el propio mandatario mexicano el que aludió a los problemas de la presión de la jefa del Estado. En ocasión del almuerzo que ofreció a su par argentina, Calderón expresó sus «mejores deseos por su ventura personal, el éxito de su gestión y por la pronta recuperación de su estado de salud».