A fines del año pasado se volvieron a reactivar las gestiones, pensando en la necesidad imperiosa que tiene la provincia en ganar competitividad y darle mayor rentabilidad a las empresas que están y tentar a aquellas que quieren venir a invertir. Sobre todo después de un 2017 que fue demoledor para la industria chubutense, con despidos y con cierres de fábricas. Bajo un mismo argumento: los costos y lo caro que sale producir en la Patagonia. En algunos casos, hasta un 50%, por el extra en cargas sociales, la Zona y el flete.
Con la Zona Franca muchas de las empresas que funcionen estarán exentas de ciertos impuestos, que abaratarán el costo producción y disminuirán la compra de maquinaria de afuera.
En 2017 se produjo un nuevo contacto informal con las autoridades nacionales. Y este año hay una decisión para que se eleve un pedido formal para conformar la Zona Franca en Madryn. La requisitoria se deberá realizar ante la AFIP, y ya habría un proyecto en carpeta que las autoridades podrían presentar para los meses de marzo o abril. Aunque previamente habrá que consensuar con los sectores empresariales.
Desde el municipio confían en que es un momento oportuno para gestionar por el beneficio impositivo en materia de comercio exterior. Que no solo permitiría tener un menor costo para los productos exportables a los que se les de valor agregado en la zona, sino que también podría funcionar como un depósito para toda la región.
El Gobierno Nacional está trabajando en la normalización de las zonas francas en Argentina. Recientemente el Ministerio de Producción de la Nación habilitó el área de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, a través de la Resolución 8-E/18 publicada en el Boletín Oficial. También se habilitará la zona franca de Jujuy.
En el caso de la provincia de Santa Cruz, la norma establece que toda persona “podrá acceder a la compra de mercaderías al por menor de origen extranjero dentro de la Zona Franca de Río Gallegos, en los comercios especialmente autorizados por el Comité de Vigilancia”, gozando de una franquicia máxima de 600 dólares por mes, por persona.
Asimismo, se determina que las personas o grupos familiares con residencia definitiva en la provincia “que decidieran compras que superen la franquicia mensual asignada, las podrán efectuar afectando los cupos mensuales subsiguientes, por hasta un máximo de cuatro meses”.
Además, se eliminan beneficios industriales que estaban contemplados bajo los artículos 13 y 14 de la Resolución 31/14, y queda habilitado el ingreso de las siguientes mercaderías de origen extranjero para la venta al por menor: alimentos, bebidas, prendas de vestir, textiles del hogar, calzados, artículos de viaje, perfumes, cosméticos y artículos de tocador e higiene; artículos de joyería y bijouterie; insecticidas y funguicidas de uso doméstico; artículos de mesa; muebles; artículos de librería; materiales para la construcción de viviendas; electrodomésticos; juguetes, juegos y artículos de deporte y camping; artículos de ferretería y máquinas herramientas de uso manual; partes y accesorios de vehículos automóviles; tabacos y sucedáneos del tabaco elaborados.
Desde el municipio de Madryn buscarán consensuar tanto con la Cámara de Comercio (CAMAD) y la Cámara Industria (CIMA). Será clave el diálogo con el sector empresarial para consolidar la propuesta y delimitar los espacios que se pueden llegar a usufructuar. De la misma manera, habrá encuentro con la Administración de Puertos de la ciudad.
Las autoridades municipales aseguran que no solo se le podría dar mayor rentabilidad a las empresas, sino que también se podría generar mucha mano de obra, a partir de la instalación y el valor agregado. Incluso se entusiasman con la posibilidad de que Madryn se transforme en una centro de referencia para empresas de distintos puntos de la provincia, y de toda la región.
Diario Jornada
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