(Río Grande, 29 de mayo de 2011) – El rompehielos Almirante Irízar se encuentra en plena etapa de reformas luego del incendio que sufriera en 2007. Gracias a una inversión de 400 millones de pesos, el buque -anclado en el astillero Tandanor- volvería a navegar a mediados de 2012.
El casco renovado del navío será lo único que se conservará del antiguo Irízar; los encargados de la restauración prometen que por dentro, se tratará de «un rompehielos nuevo», informa un matutino.
El presidente de Tandanor, Mario Fadel informó que se invertirán las prioridades del buque, que «antes estaba destinado en su mayor parte al apoyo logístico de las bases en la Antártida y, en menor medida, se dedicaba a tareas de investigación científica.» Eso supone una serie de cambios en la estructura interna.
Las reformas comenzaron el pasado octubre, cuando se aprobó el proyecto de la clasificadora noruega DNV. En ese entonces se quitaron aproximadamente 850 toneladas de hierro.
En octubre de 2011, se colocarán dos motores con más de 6000 kW de potencia y cuatro plantas generadoras de energía de 4000 kW de potencia, de 15 y 90 toneladas respectivamente.
Algunas de las reformas practicadas al buque consisten en una sala de máquinas que no necesitará el control físico permanente de los marinos; un radar y un sistema de aterrizaje renovados para los dos helicópteros que transportará el buque y equipos eléctricos preparados para evitar incendios, como el que afectó al navío en abril de 2007 y lo mantuvo parado hasta hoy.
Martín Canevaro, ingeniero encargado del proyecto afirmó que «una reparación de esta envergadura puede ser un punto de inflexión en la industria naval argentina».