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Taxistas y remiseros, contra las cuerdas

Todavía no se aplica el aumento solicitado por los trabajadores del volante para recuperar parte de lo perdido en el 2018. El trabajo disminuyó en casi un 50% en el último año.

Se suele decir que el servicio de taxis y remises es una buena brújula para medir el rumbo de la economía: si la gente utiliza este transporte, es que hay dinero circulante. Basándonos en este axioma casero, el poder adquisitivo de los fueguinos está en picada libre.

Es que los trabajadores del volante siguen contra las cuerdas y denuncian que el trabajo no logra repuntar. Los números, que alarmaban el año pasado, se mantienen: casi un 50% menos de riograndenses usan el taxi y el remis para trasladarse por la ciudad.

Por ello, desde ATURG trabajan fuertemente a esta hora para lograr el codiciado aumento en las tarifas que permita recuperar al menos algo de lo perdido en el 2017, cuando sólo hubo un aumento del 12%, muy por debajo de la inflación.

Cabe destacar que, a partir de las ordenanzas celebradas el año pasado, esta suba debe ser autorizada ahora por el Municipio de Río Grande, sin previo paso por el Concejo Deliberante, como ocurría antes.

Asimismo, a raíz de la unificación de las tarifas de servicios entre taxis y remises, una vez que el aumento entra en vigencia, todos los trabajadores del volante aplican la suba en sus bajadas de bandera, recorridos y demás ítems.

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