En horas de la mañana de este miércoles, personal local de la Gendarmería Nacional procedió a quemar más de 80 kilos de estupefacientes secuestrados en Río Grande en el transcurso de los últimos meses.
Con celosa custodia de funcionarios de la Justicia Federal, el procedimiento se llevó a cabo en el horno pirolítico de una empresa privada local, al norte de Río Grande.
La mayor parte de la droga incinerada corresponde a dos grandes procedimientos realizados en el últiemo tiempo: 43 kilos de marihuana enviados desde Córdoba en dos parlantes y 38 kilos del mismo estupefaciente, secuestrados en el paso fronterizo de San Sebastián.
Ambos golpes están al tope del ránking en cuanto a cantidad de droga secuestrada en la provincia de Tierra del Fuego.
Menudeo
Además de los estupefacientes antes mencionados, también se quemaron en el horno pirolítico pequeñas cantidades de droga que responden al «menudeo» diario.
Antes de realizar la quema concreta, se realizaron los test correspondientes para verificar que, en el camino, la droga almacenada por la Justicia Federal no había sido cambiada.
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