El laboratorio que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) tiene en la ciudad de Córdoba ya analiza las primeras 60 muestras de los restos de argentinos caídos en la guerra de 1982 y que fueron enterrados en Darwin sin poder ser identificados. Sobre 230 tumbas hay más de 120 con la leyenda «Soldado argentino sólo conocido por Dios». El Comité Internacional de la Cruz Roja, que encabeza por mandato argentino y británico este trabajo en las Malvinas, informó en las últimas horas que el primer lote de muestras llegó el lunes pasado a la provincia para su análisis genético, que debería estar disponible en los próximos meses, y los informes de la totalidad para fines de este año.
En este proceso lo que se hará a su vez es cotejar dichas muestras con los familiares de los argentinos fallecidos que dieron su ADN para el cruce de los mismos. Como publicó Clarín hace una semana en función de la información provista por el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, hasta el momento se entrevistaron 107 familias, 98 familias dijeron que sí aceptaban el ADN; otras 18 familias no quieren ni entrevista y quedaban 13 por contactar en el marco de una campaña para encontrar a quienes no pudieron ser ubicados hasta el momento. .
La comunicación oficial del CICR (siglas en español del organismo) del lunes pasado se produjo sin embargo en medio de escándalo que perjudica su imagen y opaca su respetado e histórico trabajo a raíz de la difusión el domingo de una fotos internas del cementerio de Darwin -donde sólo hay enterrados argentinos caídos en la guerra del ’82. Estas fueron tomadas y difundidas sin autorización, y violan el llamado Plan Proyecto Humanitario, que firmaron Argentina y Gran Bretaña a fines del año pasado. Allí hay dos representantes puestos por Argentina, dos integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense, Luis Fondebrider y Mercedes Salado, pero que integran el equipo de la CICR junto a los representantes puestos por el organismo y otros dos por el Reino Unido.
Las imágenes sensibilizaron enormemente a los familiares, y la Comisión que los agrupa -y que por ley administra el cementerio- envió una carta de protesta y un pedido de explicación al canciller Jorge Faurie. También generaron reuniones de urgencia con la Cruz Roja con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación que le pidió al organismo más cuidados.
En las imágenes que el domingo pasado también llegaron a Clarín-que decidió no difundirlas- se ven las tumbas abiertas y los trabajos sobre el interior de las mismas como es normal todo proceso de exhumación. Según aseguró varias veces el CICR -y lo reiteró en su último comunicado- «cada cuerpo» exhumado para extraerles una pequeña muestra de tejido que es enviado a Córdoba -también se reconfirmará con datos de un laboratorio en España y otro en Gran Bretaña- es «colocado en un nuevo ataúd, que se volvió a a sepultar el mismo día en que fue exhumado con pleno respeto pro la dignidad de los difuntos».
Evidentemente quien tomó esas imágenes burló ostentosamente la seguridad que la Cruz Roja dijo haber implementado las 24 horas de los siete días de la semana para que nadie se acerque al cementerio mientras prosiga su misión en Malvinas. Y busca generar confusión con su difusión porque entre ellas envió fotos de huesos y cráneos que fueron tomados en otras exhumaciones que no tienen nada que ver con las que se están llevando a cabo en Malvinas.
Como señalaba la agencia Mercopress ayer, las primeras imágenes fueron publicadas por un supuesto ex miembro de la armada llamado Dante Cantone en el sitio Relatos Históricos de la Guerra de Malvinas, que tiene 14.000 seguidores. Señalaba que las «recibió de Malvinas de las cuales tenía más listas para publicar y por lo que no necesitaba el permiso de nadie para publicarlas». Luego las publicaron algunos medios nacionales, pero nadie se atribuyó la autoría.
Ayer, la Comisión de Familiares de Malvinas no descartaba acciones judiciales al respecto. Mientras que el CICR aclaraba que no eran autorizadas por ellos, la secretaría de Derechos Humanos de la Nación mantuvo un encuentro con los familiares y con el representante local del organismo Diego Rojas Coronel, al que le solicitó «extremar las medidas de seguridad en relación con quienes, con actitud desaprensiva al debido respeto que merecen los familiares de nuestros héroes, pretendan enturbiar este programa humanitario».
Fuente: Clarín
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