El cotejo se desarrolló en el Estadio Nacional de Singapur y fue el segundo y último del equipo argentino por en su corta gira por Oceanía y Asia, luego de haber vencido el viernes pasado a Brasil, por 1 a 0, en Australia.
Argentina cumplió con dos aspectos al asumir este compromiso: el primero, embolsar dólares que les vienen muy bien a las enjutas arcas de la AFA y el restante la posibilidad para el nuevo entrenador de observar el rendimiento de jugadores que, estando en cancha la base del equipo que juega las eliminatorias, no son titulares.
No se pueda encarar el análisis del desarrollo de este compromiso sin acentuar Singapur posee un nivel extremadamente bajo, su 157ma. posición en el escalafón de la FIFA no miente, y que sólo intento rechazar el balón al punto más lejano de su área, sin esbozar ataques ni intenciones ofensivas, por el simple hecho de que no tiene idea de cómo hacerlo y no por mezquindad.
Sampaoli como estaba previsto estableció una defensa con dos centrales diestros como Emanuel Mammana y Federico Fazio, una línea de tres delante de ellos con Lucas Biglia en el medio y Marcos Acuña y Eduardo Salvio en los extremos, con la función de retroceder cuando el equipo era atacado, situación que nunca se planteó.
En la ofensiva de Argentina jugó como delantero más adelantado Joaquín Correa, en tanto que Paulo Dyabla merodeó el sector derecho del ataque y Alejandro «Papu» Gómez lo hizo por la izquierda, ocupando la zona de gestación Ángel Di María y Manuel Lanzini.
En la primer etapa el equipo albiceleste concretó dos veces en el arco asiático su dominio, al que se lo pudo rotular sin caer en una exageración como un monólogo: a los 24 llegó el 1-0 con un derechezo de Fazio tras un corner de Gómez y a los 30 se concretó el 2-0 con un desborde de Dybala por la derecha, una «zona liberada» por el equipo Singapurense, que terminó con un centro que empujó Correa ante la mirada de una estática defensa.
Las 25.000 personas presentes en el estadio se percataron de que el arquero Nahuel Guzmán esta en el terreno de juego cuando a los 43 minutos el defensor Shakir Hamzah remató desde 35 metros y el balón pasó muy cerca del ángulo superior izquierdo.
En el segundo tiempo llegaron los cambios y la chance de Sampaoli de seguir observando elementos y así ingresaron en el inicio Lucas Alario (por Correa) y Ever Banegas (por Biglia), quien tuvo todo el espacio y tiempo posible para gestar juego.
El 3-0 llegó con un hermoso remate de Gómez, que nació como un latigazo de su pie zurdo y se anidó junto al palo derecha del arco local y el 4-0 tomó forma con un preciso derechazo de Leandro Paredes (entro por Lanzini) al palo izquierdo del arquero Izwan Mahboud, que reemplazó al lesionado Hassan Sunny.
El tiempo se fue consumiendo, Dybala se quedó con las ganas de marcar cuando le tapó el remate mano a mano Mahboud, Alario estableció el 5-0 tras una buen combinación entre Banegas y Di María, y este último marcó el 6-0 final.
De ahora en más Sampaoli deberá tomar nota de todo lo visto en esos 180 minutos de la gira, intentar que sus jugadores se adapten a su idea y aguardar al 30 de agosto próximo cuando Argentina se juegue en Montevideo ante Uruguay gran parte de su clasificación a Rusia 2018.
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