La ola de robos en la ciudad no se detiene. Envalentonados por los logros obtenidos a la fecha, los malvivientes son cada vez más audaces e incluso han cambiado sus objetivos. Hace tiempo, era habitual que el grueso de las intervenciones policiales se realizaran en casas particulares; hoy los delincuentes tienen en la mira a los comercios.
Con una mezcla de osadía e impunidad, los ladrones ponen en jaque a diario a los verdaderos trabajadores de la ciudad, que son detenidos por las autoridades y soltados a las pocas horas por la Justicia.
A modo de ejemplo podemos citar lo ocurrido esta madrugada en el comercio Continental Maderas, de Belgrano y Almafuerte, donde una familia fue víctima del intento de robo por parte de dos delincuentes, que desistieron en su intento de ingresar al local comercial luego de que sonara la alarma con la cuenta el edificio.
Sin embargo, el modus operandi es el mismo que se aprecia en los últimos días y guarda extremas similitudes con el ocurrido sólo 24 horas antes: dos ladrones intentaron entrar al comercio Zas3, rompieron la puerta, sonó la alarma y se dieron a la fuga.
«Tenemos que vivir encerrados por los delincuentes»
Mientras la Policía Científica realizaba los peritajes correspondientes en Continental Maderas para poder dar con pistas que lleven a los malvivientes, el propietario del comercio dialogó con Radio Fueguina y se mostró ofuscado antes la impunidad con la que operan los delincuentes en la provincia.
«Fueron dos pibes que berretearon y ropieron la puerta», relató, y sostuvo que su intención a futuró será «cuidarse un poco más, porque acá no pasa nada con la Justicia».
En la misma línea, el dueño de este comercio relató que no es la primera vez que sufre un robo y que, en la pasada oportunidad, a la hora de ser detenidos los delincuentes ya gozaban de libertad.
«Hay que empezar a poner rejas y vivir encerrado», sostuvo, cabizbajo, y añadió: «El problema es que los agarran y los sueltan; la puerta giratoria también existe en Tierra del Fuego».
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