Emilio «Madonna» Quiroz, el ex chofer del secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, «no quería matar a nadie» y «evitó una masacre» con su intervención a los tiros en los incidentes ocurridos el 17 de octubre de 2006 en la quinta bonaerense de San Vicente, insistió hoy su abogado Daniel Llermanos.
El letrado sostuvo que «está claro» que su cliente, enjuiciado desde ayer por tentativa de homicidio, «no quería matar a nadie». Además, reiteró que su defendido «disparó claramente hacia el muro» de la quinta, como «quedó demostrado en las pericias».
El Tribunal Oral Criminal 2 de La Plata inició ayer el juicio a Quiroz por haber disparado un arma en el traslado de los restos del ex presidente Juan Domingo Perón al mausoleo de la histórica quinta del partido de San Vicente en 2006.
En declaraciones radiales, Llermanos dijo que ese día «no había policía preparada para intervenir, ya que no había un solo policía para 650 mil personas».
«La seguridad estaba a cargo de los gremios, pero no estaban preparados para eso. Había barrabravas de varios clubes, era una carnicería», detalló.
El abogado puntualizó que «una de las víctimas fue Quiroz, ya que recibió un tajo de 15 centímetros en su abdomen, por lo cual fue a buscar el arma a su auto».
En los incidentes ocurridos el 17 de octubre de 2006, las imágenes grabadas por los camarógrafos de televisión registraron a Quiroz, del gremio de camioneros, cuando disparaba una pistola Bersa calibre 9 milímetros hacia donde estaban los afiliados de la UOCRA seccional La Plata.
Luego Quiroz dijo a la Justicia que disparó su arma «para evitar un mal mayor», pero terminó procesado y estuvo detenido en la comisaría primera de La Plata, desde el 18 de octubre del 2006 hasta enero de 2007, cuando recuperó su libertad.
«(Disparé) para evitar una masacre, en defensa de terceros compañeros, para disuadir», se defendió el ex chofer de Pablo Moyano en aquel entonces.