puesta de Mauricio Macri a un comienzo de clases sin sobresaltos en el prólogo del año electoral salió mal. Las aulas volverán a abrirse mañana en sólo dos provincias: Santiago del Estero y San Luis. En el resto de los distritos, los docentes adhirieron al paro nacional, que se extenderá hasta el martes.
El conflicto con los docentes marcó buena parte del ritmo de la política de las últimas semanas. La puja arrancó hace apenas un mes con una particularidad que desató la disputa y desembocó en la huelga de mañana y el martes: la Casa Rosada no habilitó este año la paritaria nacional, la instancia en la que el Gobierno y los sindicatos con representación nacional definían el salario inicial docente, un parámetro que desde hace años servía como piso para la negociación en cada una de las provincias.
Macri justificó el cambio porque el año pasado se fijó un mecanismo para la actualización automática del sueldo docente -el salario mínimo más el 20%-, que volvió innecesaria una negociación nacional.
Los gremios de representación nacional (Ctera, UDA, Amet, Sadop y CEA) perdieron así un espacio de poder crucial y se encontraron con un motivo de reclamo común.
Desde el primer día de negociación, los gremios plantearon que saltear la paritaria nacional es ilegal. Arremetieron contra Macri y contra el ministro de Educación, Esteban Bullrich, por desentenderse de la puja y el conflicto. Enseguida sumaron el rechazo al 18%, el porcentaje que la Casa Rosada pretendió imponer como techo de los aumentos.
Los gobernadores, en cambio, se encolumnaron casi sin fisuras detrás de la pauta oficial por más de un motivo. El principal, que la mayoría de las provincias tiene sus finanzas en rojo. El segundo, que la Nación recortó el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), calculado para este año en $ 20.000 millones, y decidió ir reduciendo el Fondo Compensador que reciben las siete provincias más complicadas para pagar los sueldos. Esa partida fue el año pasado de casi $ 1800 millones. El plan oficial prevé recortarla un 25% por año hasta hacerla desaparecer en 2019.
Hubo quejas de los jefes provinciales, la mayoría por lo bajo, por la doble jugada de Macri: evitar el costo político de ponerle tope a la paritaria y recortar los fondos para hacerle frente. Ganaron el silencio y la prudencia fiscal.
En Tierra del Fuego no hubo propuestas
En el bloque de 21 provincias que adhirieron al paro nacional conviven panoramas dispares y el de Tierra del Fuego es un caso particular: el congreso de delegados del SUTEF realizado en Tolhuin decidió adherir al paro nacional luego de que el Gobierno de Bertone no presentara una propuesta salarial de manera formal. A esto, hay que agregar que los docentes se sumarán también este martes al paro organizado por los movimientos feministas, en coincidencia con el Día de la Mujer.
En Buenos Aires, que concentra más del 37 por ciento de los alumnos del país, la tensión fue en aumento. Los gremios adhirieron a la huelga nacional minutos después de escuchar la primera oferta de María Eugenia Vidal y Macri apuntó contra el principal jefe gremial del distrito, Roberto Baradel, de Suteba, en plena Asamblea Legislativa. La escalada siguió hasta anteayer con la conciliación obligatoria dictada por el gobierno bonaerense, desoída por los sindicatos.
Hay provincias en las que hubo acuerdo, como Misiones y Tucumán, pero los gremios igual se sumaron al paro, por lo que no habrá clases al menos hasta el miércoles.En Tucumán, la paritaria perforó el techo oficial, cerró en 23%, y en Misiones quedó por debajo: el salario docente subirá un 13%.
En el resto de los distritos, las ofertas de aumento rondaron el 18% y quedaron lejos de la pretensión de los gremios que, en línea con sus pares bonaerenses, reclaman una mejora del 35% para cubrir la inflación de este año y la pérdida de poder adquisitivo del salario por el alza de precios de 2016.
En Mendoza, el gobernador Alfredo Cornejo (Cambiemos) fijó una suba de 17% por decreto. Los maestros pararán igual. Y el gobierno de Río Negro ofreció un 14% recién el viernes y fue rechazada de plano. En la apertura del año legislativo, el gobernador Alberto Weretilneck advirtió que no puede aumentar más. La provincia cerró 2016 con $ 3200 millones de déficit.
En Entre Ríos la situación también es compleja. Los docentes se sumarán a la huelga nacional y ya decidieron que seguirán de paro por otros tres días. Las clases empezarían, de haber acuerdo, recién el lunes 13. Igual que Vidal, el gobernador Gustavo Bordet (PJ) ya anunció que descontará los días de paro.
También en Chaco la huelga se extenderá más allá de mañana y el martes. Atech, el principal gremio provincial, anunció otro paro para la semana que viene. En Santa Fe, La Rioja, Santa Cruz y Neuquén la protesta durará hasta el miércoles. Ese día, los maestros adherirán al paro de mujeres contra la violencia de género.
En Santiago del Estero y en San Luis, las dos únicas provincias que arrancan mañana, el corsé paritario de la Casa Rosada quedó en el olvido. En Santiago, Claudia Ledesma acordó un aumento del 20% y el blanqueo de sumas en negro del salario, y en San Luis, Alberto Rodríguez Saá se despegó con subas de entre 38 y 60,7%.
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