La relación del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) con los gobernadores inició a comienzos de 2016 en forma auspiciosa y reuniones constantes, aunque con el correr de los meses algunos temas dividieron aguas, con repercusión en el Congreso, aunque los chispazos principales llegaron a fin de año con la reforma electoral y los cambios al impuesto a las Ganancias.
Según la agencia Télam, en la Casa Rosada tienen en mente un «semáforo» a la hora de calificar el vínculo con los gobernadores. Juan Manzur aparece junto a su par catamarqueña, Lucía Corpacci, en el grupo «amarillo», ya que «no terminan de plegarse y jugaron muy mal con la reforma electoral»
El grupo «verde», el más cercano y amigable, está conformado por los cinco mandatarios de Cambiemos y por Juan Manuel Urtubey (Salta), Domingo Peppo (Chaco), Claudia Ledesma (Santiago del Estero), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Omar Gutiérrez (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Hugo Passalacqua (Misiones) y la mandataria fueguina,. Rosana Bertone.
Sorpresivamente, en ese grupo también incluyen a Mario das Neves (Chubut), a pesar de sus duras críticas al oficialismo durante Ganancias, y Miguel Lifschitz (Santa Fe), que mantuvo fuertes cuestionamientos al Gobierno en temas de seguridad.
Por último, en el grupo «rojo», están Alicia Kirchner (Santa Cruz), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y pasaron sobre el final de año a este segmento Carlos Verna (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa), quienes «terminan votando con el ultrakirchnerismo muchas cosas cuando antes se quejaban de ellos».
En la Nación aspiran a que la relación con los gobernadores opositores durante 2017 siga igual o incluso mejore: de hecho, en Cambiemos aseguran que con al menos cuatro mandatarios peronistas se están analizando posibilidades de ir en un frente electoral común.
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