Este mediodía, una inusitada protesta tuvo como escenario la sede local del PAMI, frente a la plaza Almirante Brown. Los protagonistas: abuelos.
Hartos de la falta de respuestas, decidieron ocupar el edificio para reclamar por diversos tratamientos que debieron afrontar con su propio bolsillo y que no fueron debidamente reintegrados.
Sin embargo, en el edificio público sólo encontraron respuestas esquivas y maltrato, sobre todo por parte de una trabajadora de PAMI que, según pudo averiguar Radio Fueguina, se desempeña en la prestadora desde hace varios años.
Más abuelos
A medida que se hacía público lo que allí ocurría, más personas de la tercera edad que también atravesaron malos momentos con PAMI decidieron acercarse y la medida tomó fuerza.
Al final, y luego de diversas promesas para lograr reuniones en privado con los directivos del lugar, los abuelos decidieron cesar con la medida.
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