«Basta de merluza para todos. No será mejor que cambiar de políticas para darle trabajo a todos los argentinos», señaló Duhalde al lanzar su postulación presidencial por el Partido Unión Popular.
Duhalde lanzó su candidatura durante un acto en Estadio Luna Park.
Con severas críticas a la gestión de la actual mandataria y su esposo y antecesor en el cargo, el fallecido Néstor Kirchner, Duhalde hizo un guiño a la segunda fuerza parlamentaria del país, la Unión Cívica Radical (UCR), al recordar al «padre de la democracia», el expresidente Raúl Alfonsín, padre de Ricardo Alfonsín, precandidato de la UCR para los comicios de octubre.
«Vuelvo para reencauzar la República en el rumbo perdido, extraviado, por este Gobierno perverso, intolerante, anclado en el pasado. No vuelvo por ansias de poder», sino «porque estoy harto de la intolerancia», «escandalizado al ver cómo aumentan los índices de mortalidad infantil», porque «no aguanto ver a los familiares de las víctimas de la inseguridad reclamando justicia», afirmó Duhalde.
«Basta de peleas, de atacar a quien piensa distinto. Tolerancia exige el pueblo argentino», continuó el exmandatario, que en un extenso discurso prometió trabajar por los jóvenes, los jubilados, los gremialistas «honrados» y las Fuerzas Armadas que a su juicio viven «arrinconadas» por un Gobierno que «se dedica a legislar por decretos» y «cumple sólo cuando se le antoja las disposiciones de la Justicia», denunció.
Duhalde presentó un decálogo de propuestas electorales, encabezado por la promesa de acabar con el hambre en el primer año de su Gobierno si llega a ganar las elecciones.
Prometió desarrollar políticas para prevenir y detener la delincuencia, llevar a cabo una «lucha frontal contra el narcotráfico y la drogodependencia» y garantizar los derechos humanos «más básicos».
Entre ellos hizo especial hincapié en el «derecho al arraigo», para lo que prometió leyes que garanticen el derecho de todos los argentinos a la posesión de tierras para sus viviendas, y acabar así con «el sistema capitalista, intrínsecamente injusto, en el que pocos tienen mucho y muchos tienen nada», aseguró.
Prometió recuperar un sistema federal y un «pensamiento estratégico» para impulsar productivamente el país, condición que considera imprescindible para cumplir el resto de objetivos.
Con este acto, Duhalde terminó de confirmar su ruptura con el Peronismo Federal, espacio formado por disidentes del gobernante Partido Justicialista (PJ) por el que había lanzado inicialmente su precandidatura, pero que decidió abandonar tras una disputa con su rival, el gobernador de la provincia argentina de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.