El comunicado, con fecha del 3 de mayo, está firmado por «el liderazgo general» de Al Qaeda, y la confirmación de la muerte de Bin Laden parece preanunciar el nombramiento de un sucesor para la jefatura de la organización, a cuyo número dos, el egipcio Ayman Al Zawahri, se menciona como muy probable candidato.
La difusión del comunicado coincidió con protestas contra Estados Unidos en Pakistán, el país donde murió Bin Laden, y otras naciones de mayoría musulmana, entre ellas una de unas 1.000 personas en la ciudad donde fue asesinado el líder de Al Qaeda.
«Subrayamos que la sangre de nuestro jeque y combatiente sagrado, Osama Bin Laden -Dios lo bendiga-, es preciosa para nosotros y para todos los musulmanes y no será derramada en vano», dijo Al Qaeda en su comunicado, difundido en varias páginas web islamistas.
La sangre de Bin Laden «será siempre, con permiso de Alá el Todopoderoso, una maldición que persiga a los estadounidenses y a sus agentes y vaya tras ellos dentro y fuera de sus países», prosiguió el comunicado, citado por la cadena de noticias CNN.
En su primera declaración desde la muerte de Bin Laden en un operativo estadounidense en Pakistán, el domingo pasado, Al Qaeda advirtió además a los norteamericanos que «su alegría se tornará tristeza» y «su sangre se mezclará con sus lágrimas» por haber matado a su líder.
En el comunicado, Al Qaeda llamó al pueblo de Pakistán, a levantarse contra su gobierno y agregó que pronto divulgará un mensaje de audio de Bin Laden grabado poco antes de su muerte.
«Llamamos a nuestro pueblo musulmán de Pakistán, en cuya tierra fue muerto el jeque Osama, a rebelarse para limpiar esta mancha de vergüenza puesta en ellos por una camarilla de traidores y asesinos, y para limpiar a su país de la inmundicia de los estadounidenses que esparcen su corrupción sobre ella», señaló.
Buena parte de los 11 párrafos del comunicado estuvo destinada a recalcar que Al Qaeda sobrevivirá a la muerte de Bin Laden, a quien describió como sólo otro en la línea de los «mártires» del grupo.
«El jeque Osama no construyó una organización para morir cuando él muera. La universidad de la fe, el Corán y la jihad en la que se graduó Bin Laden no cerrará sus puertas», agregó.
«Los soldados del islam, en grupos y unidos, continuarán planeando, sin aburrirse ni cansarse, con determinación y sin rendirse, hasta dar un golpe», dijo el comunicado.
Clérigos y activistas islamistas habían pronosticado para hoy, el día de las plegarias y las manifestaciones en el mundo musulmán, una masiva reacción popular a la muerte de Bin Laden, y aunque hubo marchas en varios países, el número de sus participantes fue relativamente limitado.
En Abbottabad, la ciudad militarizada del noroeste de Pakistán donde Bin Laden fue hallado y asesinado, unos 1.000 hombres quemaron gomas y cortaron una ruta para protestar por la muerte del líder de Al Qaeda al grito de «Abajo con Estados Unidos» y «Estados Unidos terrorista».
Cientos de personas tomaron también las calles de la ciudad paquistaní de Quetta, cerca de la frontera con Afganistán, donde cantaron «larga vida a Osama» y llamaron a emprender una guerra santa o «jihad» contra Estados Unidos.
El gobierno de Pakistán es altamente impopular entre los 170 millones de habitantes de Pakistán, y muchos lo acusan de estar subordinado a Washington.
Estados Unidos libra en el vecino Afganistán una guerra de ya casi 10 años contra Al Qaeda y los talibanes, y la CIA tiene un programa secreto de bombardeos aéreos contra extremistas en Pakistán.
En el primero de estos ataques aéreos desde la muerte de Bin Laden, un avión no tripulado norteamericano mató hoy al menos a 15 personas al disparar varios misiles contra un vehículo y un restaurante en el noroeste de Pakistán, informaron fuentes de la inteligencia paquistaní citadas por CNN.
El ataque ocurrió cerca de la frontera con Afganistán, en Waziristán del Norte, una región tribal donde operan Al Qaeda y los talibanes de Pakistán, dijeron las fuentes.
Otras 400 personas marcharon contra Estados Unidos en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, y 300 más lo hicieron en la ciudad central de Multan, informaron fuentes policiales.
En Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, unos 100 islamistas marcharon en una ciudad de la provincia de Java Central e hicieron un juramento en el que se declararon dispuestos a dar la vida para vengar la muerte de Bin Laden, informó la policía.
Unos 70 musulmanes intentaron realizar una protesta frente a la embajada estadounidense en Manila, Filipinas, pero fueron bloqueados por la policía.
En Malasia, apenas cinco personas se congregaron para entregar una nota de protesta a la embajada norteamericana, una cifra muy inferior a la que habían pronosticado los organizadores del acto.