Fue, quizás, uno de los subsidios más injustos que repartió el kirchnerismo y uno de los relatos mejor construidos. Mientras se declamaba que Aerolíneas Argentinas perdía dinero por tener que viajar al interior del país, los dólares se iban de a millones de la mano de los viajeros al exterior. Los números de Aerolíneas durante la anterior gestión son todo un símbolo del modelo distributivo en materia aérea: los pasajeros de cabotaje y el Estado subsidiaron a los viajeros internacionales, especialmente a los que aterrizaron en Estados Unidos y en Europa. Resultado: la ruta a Nueva York, por ejemplo, tuvo en 2015 una pérdida de US$ 44,25 millones.
Esto implica que cada uno de los pasajeros que tomaron ese vuelo recibió un subsidio de 286 dólares por cada tramo (572 dólares en total), además de pagar el pasaje con un dólar al tipo de cambio oficial, con la posibilidad de abonarlo hasta en 18 cuotas.
De acuerdo con el historial de vuelos que la empresa hizo el año pasado, al que accedió LA NACION, la ruta a Nueva York fue la que más perdió. En total fueron 159.480 pasajeros afortunados que usaron esos 359 vuelos en 2015 de la empresa, que tuvieron un porcentaje de ocupación del 74%. Se recaudó entre todos 77,9 millones de dólares. Pero sumando los costos operativos y los gastos de estructura, la ruta quedó con un enorme rojo. Esos traslados dejaron un déficit de 44,25 millones de dólares en el año.
Los 248.257 argentinos que se fueron a Miami en 2015 también se llevaron su premio. Cada uno recibió 270 dólares de subsidios, ya que la ruta dejó un rojo de 34 millones de dólares en el año. Finalmente, el podio de las pérdidas se completó con el vuelo a Madrid. Allí hubo una transferencia del fisco (que finalmente es el que pagó los subsidios) de 28,9 millones de dólares, que se repartieron entre los 175.910 viajeros a los que, en promedio, se les dio un cheque implícito de 164 dólares por cada uno de los tramos.
Además, la peregrinación de fieles a Roma también tuvo su costo para Aerolíneas Argentinas. La ruta que cubre la línea aérea estatal que se usa, entre otras cosas, para ver al papa Francisco en sus audiencias de los miércoles tuvo un déficit de 21,245 millones de dólares. Fueron en total por Aerolíneas Argentinas 94.422 peregrinos a Roma que recibieron un subsidio de 550 dólares (225 por cada tramo) que se necesitó para cubrir ese déficit.
Así funcionaron Aerolíneas Argentinas y Austral al menos el año pasado, período en el que LA NACION, junto con LN Data, revisó todos los vuelos que realizó la empresa. Las sorpresas surgen a simple vista y desmienten gran parte del discurso del ex presidente de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde. En el último año de su gestión, 2015, la ruta que más le rindió a la empresa aérea fue Resistencia. A la capital de Chaco fueron 717 frecuencias de Aerolíneas, que dejaron una ganancia de 5,49 millones de dólares. En total, los aviones trasladaron 185.800 pasajeros, que mostraron un coeficiente de ocupación del 83% del total del servicio. Austral también voló a Resistencia y dejó una ganancia de 2,8 millones de dólares. Fue el destino más rentable del grupo.
El segundo lugar fue la ruta que une el aeroparque Jorge Newbery con Comodoro Rivadavia, con 6,8 millones de dólares de ganancia. Y tercero, Ushuaia, con 5,59 millones de dólares. De los números de la empresa se puede ver que prácticamente todos los vuelos de cabotaje, con la excepción de alguna ruta, tienen ganancias. Salta, Mendoza, Neuquén, Bariloche y Tucumán son otros de los destinos en los que la casilla queda coloreada de azul.
Sin embargo, Recalde siempre explicó que la empresa perdía dinero por tener que viajar a destinos a los que no volaba nadie y que ese aporte federal era la explicación del déficit de la empresa aérea. Pues de los datos de los 31.532 vuelos de Aerolíneas y de los 21.411 de Austral no surge semejante afirmación.
La concluida gestión aérea de La Cámpora dejó en 2015 un superávit de 33 millones de dólares en los servicios de cabotaje. Dicho de otra forma, el aporte federal de Aerolíneas Argentinas y Austral dejó ganancias. Los chárteres también dejaron buenas cifras: 2,10 millones de dólares.
Pero todo cambia cuando la operación es internacional. Las empresas del grupo perdieron 46,8 millones de dólares en los vuelos regionales. El particular modelo de distribución de la riqueza que puso en marcha Recalde en Aerolíneas muestra que perdió 70,46 millones de dólares en los vuelos a Europa y 119,38 millones en lo que en la empresa se llama Interamérica, donde se cuentan los vuelos América del Norte y al Caribe. El cabotaje gana dinero; el internacional, justamente para los viajeros de mayores recursos, pierde de a nueve cifras.
Fueron estos números los primeros que pidió la actual CEO de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, cuando asumió. Y los que conoció el presidente Mauricio Macri en alguna de las reuniones en la Casa Rosada. También Mario Quintana, uno de los alfiles del jefe de Gabinete. Fue entonces cuando se largaron los rumores de la baja de algunos de los destinos internacionales. Se habló de Roma o de Nueva York. Pero fue la propia Costantini quien aclaró varias veces que no se trata de discontinuar vuelos. Cuentan quienes la escucharon que les explicó que dejar de volar a un destino no es un ahorro lineal del déficit de esa ruta, ya que la mayoría de las veces el costo de la estructura se mantiene. El objetivo, dicen, es hacerlas rentables y no dejarlas de volar.
Sí tomó la decisión de discontinuar los servicios a La Habana. Según lo que se desprende de los registros de la compañía, el vuelo a Cuba tenía una baja ocupación, que estaba entre el 55 y el 65%. Demasiado costo para mantener gestos políticos con la isla.
Los números del detalle de los vuelos marcan un rojo de 208 millones de dólares para el año pasado. Y como se dijo, la mayoría se explican en los vuelos internacionales. Así terminaron los últimos meses de la gestión Recalde, con la particularidad de que no hay un solo dato objetivo que sirva de cimiento para el declamado discurso del esfuerzo de Aerolíneas por comunicar el país. La empresa se tiñó de rojo por los viajes al exterior.
La balanza de Aerolíneas
Desde Aeroparque (AEP) y Ezeiza (EZE), ida y vuelta; resultados en millones de dólares
Los números de La Cámpora
Viajeros subsidiados
Los pasajeros a Estados Unidos y Europa fueron los que recibieron los mayores subsidios en sus pasajes por Aerolíneas Argentinas durante el año pasado. Nueva York fue la ruta que sufrió más pérdidas
Ganancias de cabotaje
La contracara de estos resultados negativos la muestran la mayoría de los vuelos de cabotaje, que resultaron superavitarios para la aerolínea estatal
Norte y sur
Resistencia y Comodoro Rivadavia encabezan la lista de destinos más rentables, aunque la mayoría de las rutas internas exhiben números positivos
Discurso rebatible
El análisis de la rentabilidad de las distintas rutas echa por tierra el discurso de la anterior gestión acerca de que las pérdidas de la aerolínea estatal se justificaban ante la necesidad de mantener comunicado al interior del país
(Informe diario La Nación)
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