“A mí se me hace muy difícil explicar lo que dijo Cáceres a 700 kilómetros de distancia. Creo que fue inoportuno, que se equivocó de lugar, que si quería decir algo, debía hacerlo aquí dentro y que esto provoca inestabilidad, a diez o quince días de un partido trascendental como es River. Cuando regrese, voy a charlarlo personalmente con él”, anticipó Pompilio, visiblemente preocupado, tres reunirse con el técnico, Carlos Ischia, después del entrenamiento.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
En una conferencia de prensa que brindó en el predio de Casa Amarilla, el titular ‘xeneize’ respaldó a Juan Román Riquelme en la interna que se desató en el plantel y consideró que el zaguero paraguayo “hace sólo cinco meses que está en el club y todavía no conoce lo que es el ‘mundo Boca’”.
“El jugador me llamó ayer a las 11 de la noche, me dijo que desmentía todo, que él no lo había dicho así y que lo habían malinterpretado. Lo escuché y le dije: ‘Julio, la persona a la cual agrediste se la pasó insistiendo en la pretemporada y me preguntaba cada quince minutos por tu llegada. Me decía que le ibas a dar un salto de calidad a la defensa… Ese hombre era Riquelme, así que llamalo y aclaráselo vos’”, relató.
El titular ’xeneize’ explicó, además, que le manifestó a Cáceres que tiene que «entender que Boca es un club diferente a los demás, que potencia lo bueno y lo malo, por lo que no sirve de nada hacer este tipo de declaraciones”.
Pompilio contó que le dio el número telefónico de Riquelme y que posteriormente se comunicó con el mediocampista argentino para anticiparle que el paraguayo iba a llamarlo. “Me dijo que me quedara tranquilo, que iban a llegar tranquilos al partido contra River”, comentó.
El presidente de Boca agregó que «todos los problemas que surgen en el club son relacionados siempre con Riquelme».
«No se por qué hay tantas críticas, quizás por envidia y la realiza gente que no es de Boca, porque cualquier hincha de Boca, cuando arma su equipo, pone a Riquelme y diez más”, advirtió.
Respecto de la interna del vestuario, el presidente reconoció que “es cierto que pueden haber grupos que se lleven mejor unos con otros, pero conozco periodistas que trabajan juntos y que, cuando terminan su trabajo, ni se saludan y se van… Acá lo importante es hacer bien el trabajo”, resaltó.
Aunque en forma confusa, Pompilio se refirió también a la salida del arquero Mauricio Caranta del equipo y a su polémica con el entrenador. “Algunos piensan que yo exageré cuando dije lo de Caranta, pero a mí me gusta decir la verdad: si el responsable del fútbol de la entidad, que es el entrenador del equipo, me hace un informe diciendo que el arquero no juega por pedido de él mismo, debo interiorizarme de lo que pasa y decirlo”, expresó.
“Lo hablé con él, me lo explicó y le dije que se lo contara a sus compañeros, porque ni siquiera ellos lo sabían. Y a los periodistas les digo que, si necesitan otra conferencia con el arquero en la que no se corten los micrófonos, me la piden y la pueden tener sin problemas”, expresó.
Pompilio confió que el delantero Martín Palermo, quien se recupera de una rotura de ligamentos en la rodilla derecha, le manifestó su «preocupación» por la severa crisis interna que vive el plantel.
“Hablé con Martín y, obviamente, le da mucha bronca que no se piense en el partido con River y se realicen declaraciones que no son positivas para el equipo”, concluyó el presidente de Boca.
Los jugadores se fueron en silencio
Sin los protagonistas principales del “cabaret” en la práctica -Cáceres está concentrado con el seleccionado paraguayo y Riquelme, con el argentino-, los jugadores de Boca eligieron el silencio y evitaron el contacto con la prensa.
Sin hacer declaraciones, se retiraron del entrenamiento realizado por la mañana en el predio de Casa Amarilla, donde regresarán por la tarde, ya que este miércoles habrá doble turno de ejercicios, bajo las órdenes del entrenador Carlos Ischia, quien tampoco salió a dar explicaciones sobre la interna.
“Riquelme es un tipo complicado, difícil de manejar para los técnicos por su forma de ser. Debe ser difícil para un técnico aceptar sus movimientos”, había señalado ayer Cáceres, en declaraciones a radio Cáritas, de Paraguay.
“Cáceres es grande, debería hacerse cargo si está jugando mal… Tener que aguantar que una persona que no conoce al club salga a hablar como él lo hizo, es demasiado. En el fútbol ya no hay códigos. Este muchacho estuvo apenas tres meses en Boca y ya habla así”, le respondió Riquelme.
“Yo amo a este club y he dejado todo por este club. Si este muchacho se quiere ir de Boca, que lo diga, pero que no me use a mí. De todos los lugares donde jugó, se fue mal”, agregó el mediocampista argentino.