El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, admitió la «preocupación» del Gobierno por el precio alto de la carne para el consumidor, al reconocer que es «un problema» de gestión, por lo cual planteó «reincorporar a los supermercados en la discusión de la cadena de valor».
«Es un problema nuestro, quiero asumirlo como un problema integral, nosotros estamos gobernando. Se hace difícil controlar carnicería por carnicería. Nos queda hacer concientización y trabajar sobre el consumidor, si el consumidor se tiene que abstener de consumir que lo haga», indicó el funcionario en declaraciones radiales.
Evolución
De esta manera, Buryaile se refirió a la situación de que pese a la baja del precio de la hacienda, la carne sigue cara para el consumidor, ya que el valor del ganado en pie cayó 17 por ciento desde su pico de diciembre, pero el costo en la góndola subió entre 14 y 16 por ciento. El 3 de diciembre pasado el kilo vivo de novillito cotizaba a 31,09 pesos en el Mercado de Liniers, mientras que actualmente está alrededor de 25,9 pesos.
“Casi el 60 por ciento de la ventas son en carnicerías y a veces se escucha a algunos representantes de los carniceros que se hacen los distraídos ante la baja de la hacienda y siempre sigue atribuyendo a los proveedores», afirmó el ministro.
Frigoríficos, también
Por su parte, el Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC) emitió un comunicado en el que advirtió que “los consumidores continúan pagando los precios más altos desde la suba producida en diciembre, cuando la hacienda en pie y los precios salida de planta han tenido sensibles bajas”.
Según esta entidad, “los valores de los animales vivos se han reducido en un 10 por ciento promedio, y la media res salida de planta acompaña también esta reducción del 10 por ciento, pero estas bajas no se reflejan en los mostradores, y consecuentemente el consumidor continua soportando altos precios en los cortes cárnicos”.
“Pero casos más contundentes y claros se producen en algunos cortes de consumo masivo, por ejemplo el valor de venta del asado se redujo para los frigoríficos hasta en un 50 por ciento, y las carnazas para milanesas en un 20 por ciento. Consecuentemente es de esperar que estos valores en baja se reflejen en los precios para el consumidor”, agrega el comunicado.
Un dato saliente es que, para ABC, los precios promedios de cortes al consumidor en estos momentos deberían rondar en 75 pesos el kilo de asado; 69 el bife ancho; 60 la carnaza común (brazuelo-garrón), 89 la cuadrada, 114 la colita de cuadril, y 69 la nalga.