El Irisbond es un sistema compuesto por un terminal con lámparas infrarrojas y una videocámara conectada al ordenador por USB y un software que permite manejarlo y comunicarse valiéndose exclusivamente de la mirada.
No funciona perfectamente a la primera, pero con algo de entrenamiento se ganará mucho en fluidez y en precisión. Sobre todo porque hay ejemplos que así lo avalan (desde un enfermo de ELA que ha escrito un libro utilizando el Irisbond hasta un diseñador de grúas amputado doble de brazos que maneja Autocad a través de este sistema).
Irisbond no es un sistema que se pueda manejar autónomamente desde el principio. Necesita que una persona lo coloque y lo arranque. Hay que colocarse a una distancia determinada y en una situación precisa. Para ello, el propio sistema nos guía. Una vez que ha determinado que estamos en la posición correcta, podemos comenzar y tomar el control del cursor con la vista. Se puede elegir entre varias formas de interactuar: podemos definir un guiño de una duración determinada o mirar fijamente la opción que deseemos como opción clic. Así, si nos desplazamos por el teclado virtual con la vista y llegamos a la letra deseada, cerrando los ojos o mirando fijamente la seleccionaremos. El sistema no sólo muestra lo que le dictamos con la vista, sino que lo lee en voz alta.
De momento, el Irisbond se comercializa fundamentalmente para personas con movilidad reducida y dificultad en el habla: afectados por ELA, esclerosis múltiple, parálisis cerebral… Aunque están explorando otras posibilidades en el mundo industrial o en sanidad en donde puede ser necesario utilizar un ordenador mientras se tienen las manos ocupadas.
La compañía, creada como un spin-off de Vicomtech-IK4, un centro de tecnología aplicada especializado en diseño gráfico y visión artificial estudia nuevos modelos más compactos, ligeros y baratos, ya que el actual Irisbond cuesta 1.800 euros, más barato que los pocos competidores que hay en el mercado (cuatro compañías), pero aún caro.
Comentarios