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Hologramas táctiles ya son una realidad

Experimentan con figuras de no más de tres mm.

El día en que podamos sumergirnos dentro de los hologramas sólidos de Star Trek está un poco más cerca. Hoy, de momento, nos tenemos que conformar con ver y tocar a un hada de apenas un par de milímetros de altura, que revolotea en el aire, como una “Campanita” en miniatura, lo cual no está nada mal, publica el portal Computación Hoy.

Desde un punto de vista más técnico, los hologramas 3D flotantes y táctiles diseñados con el láser de femtosegundo permiten crear interfases virtuales sólidas en el aire, que reaccionan cuando las tocas, como en la película Minority Report.

Los hologramas 3D de plasma que flotan en el aire no son algo nuevo, pero sí presentan algunas limitaciones. Normalmente se utilizan láseres de nanosegundo para crearlos, que pueden quemar la piel y causar chispas y reacciones cuando interaccionan con un metal.

Investigadores de las universidades de Tokio, Tsukuba y Utsunomiya, así como del Instituto Tecnológico de Nagoya, desarrollaron una técnica para crear hologramas 3D de plasma usando el láser de femtosegundo, muy utilizado en la actualidad para operar cataratas.

Un femtosegundo es la milbillonésima parte de un segundo. O sea, en un segundo hay mil billones o 10 elevado a 15 femtosegundos. El láser de femtosegundo lanza una ráfaga de plasma cada pocos femtosegundos, a una intensidad menor, pero más a menudo que el láser de nanosegundo. Un nanosegundo es la mil millonésima parte de un segundo. Por tanto, en un segundo hay 10 elevado a 9 nanosegundos.

Este láser de femtosegundo consigue crear hologramas 3D de plasma utilizando voxels, o lo que es lo mismo, píxeles en 3D.

La principal ventaja de usar un láser de femtosegundo es que el plasma holográfico flotante no es dañino para la piel. Puede tocarse sin ningún peligro, incluso con metales.

Para crear el holograma 3D táctil, el láser de femtosegundo se filtra a través de un modulador espacial de luz que genera la forma del holograma, por medio de un ordenador: un hada, una palabra, una interfaz, lo que se quiera. El láser pasa a través de un escáner 3D que convierte los píxeles en voxels, para dotar al holograma de tridimensionalidad:

La características más interesante no es sólo que el plasma holográfico 3D se pueda tocar, sino que además es posible ofrecer respuestas al tacto, como por ejemplo moverse, cambiar de forma, o activar un botón de confirmación flotante:

Las aplicaciones de este plasma holográfico táctil en 3D en los campos de la realidad virtual y aumentada, son innumerables.

Los investigadores japoneses trabajan ahora en su principal limitación: de momento sólo pueden proyectar objetos con un tamaño máximo de 8 milímetros cúbicos, es decir, apenas 2 ó 3 milímetros de largo.

Pero si consiguen aumentar el tamaño, sin duda oiremos hablar mucho de estos hologramas 3D de plasma con funciones táctiles.

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