Los visitantes lograron imponerse en un partido intenso, con muchos vaivenes y en el que se vivieron casi cuatro horas de nerviosismo en el Parque Roca.
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El primer set fue parejo, fueron midiéndose hasta el sexto game, cuando los rusos atacaron sobre el saque más débil argentino, el de Cañas, y lograron el quiebre.
La monotonía del juego argentino engrandeció aún más a los rusos, sobre todo a Tursunov, que se soltó y empezó a pegarle a toda pelota que le pasara cerca.
El mal momento argentino no paraba y Tursunov junto con Kunitsyn aprovechaban y sacaban una diferencia irremontable, que terminó siendo evidente en el 6-1 con el que se cerró el segundo parcial.
En el tercer set, los argentinos pasaron al frente rápidamente 4-1, aprovechando el bache ruso que se aflojó con la ventaja de dos sets a cero.
La visita apretó el acelerador y logró emparejar el tanteador, hasta salvando un set point en el 4-5 con el saque de Kunitsyn, que empezaba a evidenciar sus nervios.
El tie break se jugó a todo o nada, los rusos tratando de cerrar el partido y los locales para mantener la ilusión de la clasificación a la final. Rusia lo tuvo servido en bandeja, pero no supo aprovechar un triple match point.
Intercambiaron breaks en el final del cuarto set y con un juego asociado que no se había visto en el resto del partido, Argentina estiraba la definición a un quinto set.
Las cosas estaban como al principio y toda la expectativa quedaba reducida a un simple set, donde quien estuviera más enchufado ganaría.
Argentina, lejos de amedrentarse, no bajó su nivel y siguió apretando sobre el saque rival, y en el segundo game le hizo fuerza a Tursunov, aunque el ruso resolvió bien y salvó el break.
Nalbandian y Cañas no bajaron los brazos, quebraron a Kunitsyn y parecía que tomaban una ventaja que sería definitiva.
Pero los vaivenes que tuvo el partido se dieron todos juntos en el final, porque Rusia emparejó y pasó al frente, pero Argentina se recuperó rápidamente para dejar las acciones empatadas 5-5.
La paridad siguió y los rusos supieron en que momento apretar, fue sobre el servicio de Cañas, que volvió a ser inestable y permitió el quiebre.
Con Tursunov en la línea de saque, los rusos no dejaron pasar una nueva posibilidad y en su quinto match point cerraron el partido para dejar con vida a Rusia en la serie.
Mañana, a las 11:00, Nalbandian buscará la clasificación en principio ante Nikolay Davydenko, aunque luego del nivel de Tursunov mostrado hoy, podría haber un cambio.
Si el cordobés no logra el tercer punto, será Juan Martín Del Potro ante Igor Andreev el encargado de encontrar el pasaporte a la final.
Ayer, Nalbandian derrotó en el primer turno a Igor Andreev por 7-6 (7-5), 6-2 y 6-4 y luego Juan Martín del Potro, que debutaba en la Davis, apabulló a Nikolay Davydenko por 6-1, 6-4 y 6-2.
Desde que el equipo argentino comenzó a entrenar en el Parque Roca con vistas a esta serie de semifinal, se especulaba con que Agustín Calleri acompañaría a Guillermo Cañas como pareja de dobles.
Finalmente Mancini se decidió por Nalbandian, tal vez por su experiencia y por lo demostrado ante Andreev: una «clase de tenis», ni más ni menos.
Además, la dupla Cañas-Nalbandian es la que ha venido compitiendo en series anteriores, y por eso la decisión.