Tres personas están detenidas en relación a un grave hecho de sangre ocurrido este sábado a la noche en Chacra IV.
Un hombre de 31 años fue hallado por los vecinos tirado en medio de un charco de sangre, en un patio interno cercano a San Martín y Garibaldi. El herido fue trasladado con urgencia al Hospital Regional donde ingresó en estado gravísimo con signos claros de haber recibido varios puntazos con un arma blanca.
La inmediata investigación policial permitió seguir un rastro de sangre que llevó hasta un departamento ubicado en un tercer piso de Garibaldi al 3200, domicilio de la familia Roth.
De inmediato se solicitó intervención del Juez de Instrucción Martín Leonelli, quien ordenó el allanamiento de la morada donde fueron hallados elementos firmes que permitían inferir que el herido, identificado como Martín Barboza había sido atacado dentro de la vivienda, desde donde se movilizó por su cuenta unos cien metros hasta el lugar donde fue hallado en el piso.
Los investigadores hallaron también en un patio cercano al edifico dos celulares y una cámara fotográfica, que pertenecerían a la víctima y que, aparentemente, habrían sido arrojados desde la ventana del departamento hacia la calle.
En el marco de la investigación y, en base a los indicios recolectados, el Juez ordenó la detención de tres personas que se encontraban en la morada, dos mujeres mayores de edad y un joven de 16 años, quienes permanecían en la noche del domingo detenidas e incomunicadas las dos primeras y a disposición del magistrado el menor.
Una reunión con final sangriento
Según el relato de la familia de la víctima, Martín se encontraba reunido el sábado por la tarde con dos mujeres y un varón en su domicilio de calle María Auxiliadora al 400. En algún momento los cuatro salieron del lugar y aparentemente se habrían dirigido al departamento de los Roth donde la reunión habría terminado de manera sangrienta.
La descripción de las dos mujeres dada por los familiares de Barboza sería coincidente con las detenidas luego, tras el ataque.
Anoche, el herido permanecía en estado gravísimo, bajo coma inducido y con pronóstico reservado.
Según el parte médico ingresó a la guardia presentando varias heridas de arma blanca, dos de ellas de mayor importancia. Una en el abdomen, profunda y con evisceración y la otra en el pecho, llegando a afectar el pulmón derecho, provocando una pleuritis de carácter muy grave.
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