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Alertan sobre avance del castor hacia el norte de la Patagonia

Causó graves perjuicios ambientales en Tierra del Fuego donde fue introducido hace 60 años. Ahora ya está en el continente y se expande.

A creencia de que la expansión del castor era un problema ambiental confinado a la isla de Tierra del Fuego ya es historia. Los últimos registros demuestran que consiguió sortear el estrecho de Magallanes y avanza sin pausa hacia el norte de la Patagonia.

Así lo confirmó ayer desde Ushuaia la ecóloga de Parques Nacionales Laura Malmierca, quien aseguró que el castor introducido hace casi 60 años desde Canadá para un fallido proyecto de producción peletera ya tiene presencia en el continente, a unos 30 kilómetros al sur del parque nacional Torres del Paine, en Chile, a la altura de la localidad santacruceña de Río Turbio.

El castor es un roedor de poderosos incisivos, que corta vegetación y llega a voltear árboles para construir diques, lo cual produjo severas alteraciones en el ambiente natural de Tierra del Fuego.

La especialista dijo que en la isla prácticamente no quedan ríos o arroyos que no estén impactados y que también es muy grande la afectación en los bosques ribereños. Su multiplicación se vio favorecida por la ausencia de predadores que sí existen en su hábitat original como osos, linces y lobos, además de pumas. Su número ya habría superado el de la población fueguina, que ronda los 134 mil habitantes.

Según lo publicado días atrás por un diario porteño, los expertos coinciden en la necesidad de un urgente programa de control, porque de lo contrario «es esperable que la invasión llegue a Bariloche». El vaticinio fue formulado por el biólogo del Conicet Christopher Anderson.

Uno de los datos novedosos fue la verificación de que el castor no prolifera sólo en ambientes boscosos.

Malmierca dijo que está comprobado que «también se instala y vive en zonas de estepa», lo cual facilitaría su avance hacia otros puntos de la Patagonia.

Explicó que el castor, cuando no cuenta con árboles, se vale de cualquier arbusto. Y en ocasiones se observó que en los ríos más profundos y con meandros ni siquiera construye diques, sino que arma su madriguera en cualquier lugar reparado.

Malmierca señaló que a partir de esa adaptabilidad de la especie «es razonable» pensar que pueda llegar hasta Bariloche, aunque se abstuvo de estimar plazos.

Dijo que es indispensable poner en marcha programas que puedan «controlar o retardar» la expansión del castor. Señaló que los intentos realizados no tuvieron continuidad y que ahora la Argentina y Chile accedieron a una línea de financiamiento internacional para control de especies exóticas, que en parte será aplicado a la erradicación del castor. Malmierca explicó que el esfuerzo debe ser binacional, porque de otro modo no tendría sentido, ya que la especie prolifera a ambos lados de la frontera.

Señaló además que hubo estudios sobre la utilidad de la carne de castor, «que tiene valor nutritivo», pero hasta ahora no ha sido un aliciente para la caza porque «no tiene mercado». Lo mismo ocurre con la piel.

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