Con un golazo de Agüero tras una gran jugada de Pastore y Zabaletta, la selección nacional se impuso 1 a 0 y consiguió tres puntos vitales de cara a la clasificación. Uruguay fue un durísimo rival que lucho hasta el final.
Duro, difícil, peleados como son estos clásicos. La Argentina necesitaba dar una señal tras el empate ante Paraguay y lo hizo. Fue con más carácter que fútbol, en una de esas noches que en otros tiempos terminaban en decepción.
El delantero Sergio Agüero marcó el único gol, de cabeza, a los 11 minutos del segundo tiempo, en el partido que fue controlado por el brasileño Sandro Ricci en el estadio La Portada.
Con este resultado, Argentina llegó a los cuatro puntos, lidera la zona con Paraguay (4) y en la próxima jornada definirá con Jamaica, en Viña del Mar, el primer puesto del grupo, que le permitiría jugar en esa misma sede el encuentro de cuartos de final.
La primera etapa estuvo marcada por las intenciones de Argentina y la defensa de Uruguay, tal como anticipó su entrenador el día previo, pero sin infracciones fuertes.
En ese lapso, Javier Mascherano, por oficio y regularidad, fue lo mejor de un equipo que tuvo momentos, muy pocos, de buen fútbol y otros de desconcierto total en mediocampo y defensa con centros al medio del área.
Argentina, que tuvo la posesión de la pelota, impuso presencia cuando Lionel Messi y Javier Pastore se juntaron o cuando el propio capitán del seleccionado argentino, seguido de cerca por Egidio Arévalo Ríos, se retrasó varios metros para iniciar las jugadas y quitarle esa función a Mascherano ante la férrea defensa uruguaya, pero sólo fueron pasajes.
El equipo ‘albiceleste’ necesitó de Pastore para imponer una pausa ante el vértigo improductivo de Ángel Di María, pero al volante cordobés le cuesta insertarse en el equipo. De a ratos deambuló por la cancha como falto de confianza y perdió precisión en los últimos metros.
Los dirigidos por Gerardo Martino (expulsado a los 31 por ingresar al campo de juego durante una indicación) tuvieron sus mejores chances con un remate de Ángel Di María (8min) luego de una buena jugada entre Messi y Pastore por el medio; el remate de cabeza de Sergio Agüero (24min) con la conexión entre Messi y Di María; y el remate desde el córner derecho que ejecutó el volante de Manchester United y que Fernando Muslera desvió por arriba del travesaño (39min).
Sin embargo, el Uruguay cauteloso de Oscar Tabárez contó con las situaciones más peligrosas a través de los envíos por las bandas o con pelota detenida de Nicolás Lodeiro. A los 19 minutos Diego Rolán no conectó de cabeza; un minuto después Diego Godín tuvo la apertura con otro cabezazo que pasó cerca del palo derecho de Sergio Romero y Rolán volvió a fallar frente al arco tras centro de Maximiliano Pereira por el sector izquierdo.
En la segunda etapa, cuando intimidó con el remate de Pereira que desvió Romero (1min), Argentina se acomodó mejor en el campo de juego y el gol de Agüero, el segundo consecutivo en el certamen, le dio la tranquilidad que necesitaba y los espacios también. El ‘Kun’ sacó provecho de cabeza con el centro por el sector derecho de Zabaleta.
Argentina creció con la figura de Messi como estandarte. El crack rosarino tuvo contacto otra vez con la pelota, pero la pobre labor de Di María y la ausencia de Pastore despertaron falsas expectativas.
Uruguay se animó después, porque Argentina exhibió otra vez desacoples defensivos, y tuvo situaciones muy claras con otra mala definición de Rolán con el arco a disposición (29min), el remate de media distancia de Álvaro González que pasó cerca del ángulo superior izquierdo y la salvada de Zabaleta sobre la línea (40min).
A los 43, Romero se vistió de héroe, como aquella definición ante Holanda en Brasil, y salvó a Argentina del empate con el remate del ingresado Abel Hernández, que sin marcas recibió un rebote en el área. Luego, Messi apareció para ‘aguantar’ la pelota ante un Uruguay cansado e impotente por las situaciones malogradas.
A pesar de las diferencias entre un plantel y el otro, Argentina sufrió la victoria y la deuda quedó saldada en el resultado, pero no así en el rendimiento.
Comentarios