Alessandra Rampolla viene de una seguidilla de notas hablando de su nuevo programa, Escuela para maridos. La icónica sexóloga, sonríe, habla muy ligero y en un tono súper amable y no esquiva ningún tema: la maternidad, su pareja 12 años menor, los tabúes y la posición de la mujer en el mundo actual. Habló de su programa «Escuela para Maridos» y dijo que «cuando me presentaron la idea de una escuela para maridos me pareció un poco ridícula y fuerte, enseguida levanté bandera por los hombres. El título levanta curiosidad y llama la atención, venden el drama, es tele. Pero es más profundo que eso», dice.
-¿Cómo es la pareja de hoy?
-Yo creo que tienen un reto gigantísimo enfrente ya que hoy día cada vez es más fácil apoyarse en el «me separo y se acabó la situación». No hay una cultura del compromiso a la pareja como había hace 30 años, es una concepción que culturalmente ha cambiado. Yo creo que la mejor manera de encarar la pareja es trabajarla en conjunto y con una muy buena comunicación y ahí está el link para que puedan avanzar.
-¿Cuáles son las herramientas cuando la sexualidad se transforma?
-La sexualidad no se separa del resto de los temas de la relación de pareja. Yo planteo que tiene que haber ciertos pilares que son fundamentales. Respeto, admiración a tu pareja, un vínculo sexual erótico. Sin alguno de los tres, se destruye el vínculo. El sexo es tan fundamental que tiene que estar porque de lo contrario no podemos hablar de pareja, es parte de la definición. Entonces cuando vas a tratar la sexualidad en una relación ésta es una parte dentro de un contexto más grande.
-¿Cuáles son los avances en cuanto a equidad de género?
-En Puerto Rico, se viene discutiendo muchísimo la educación en las escuelas con perspectivas de género. Esta idea de que no hay que educar a los niños enseñándoles que las nenas juegan con muñecas y los nenes con carritos. Yo creo que el hecho de que estemos hablando desde el lugar de la perspectiva de género es un avance. Que los casos de violencia de género trasciendan y se comenten, ese es el cambio. En cuanto uno destapa, comunica y habla ya no hay posibilidad de hacerse el tonto. Hay una movida en el mundo en cuanto a la cuestión de equidad.
-¿Creés que es una cuestión de políticas comprometidas o le viene bien al marketing?
-Le viene bien al marketing y por eso los políticos lo usan. Al final, por la razón que sea, llegó, a mí como sexóloga y como mujer me interesa que los temas estén. Así que en verdad no me importa que sea para beneficio de conseguir votos si al final conseguimos educar al mundo en que de verdad tendría que haber una equidad de género. Fijate lo que pasa en el plano laboral, cuando hackearon los mails de Sony nos enteramos que ninguna de las actrices de Hollywood ganaba lo que los hombres y ellas son muy top y sigue pasando. De todos modos, creo que hay un movimiento, es lento pero hay que seguir discutiendo estos temas.
-¿Qué cosas siguen siendo tabú?
-La masturbación femenina y el sexo anal. Son los dos temas que la gente me escribe con más neura: «Hay que horror, me masturbo… si alguien se entera». Y es que uno es un ser humano mucho más complejo que eso. A mí me vuela las tapas, no puedo entenderlo, pero ahí está. Y tiene que ver con lo mismo, con la falta de equidad. En los hombres, la masturbación se celebra, se hacen chistes. En la niña, en cambio no. Yo me encerraba en el baño y los comentarios eran: «Es que es tan vanidosa, se peina y se maquilla horas y horas» y a nadie se le ocurría que yo me podía estar masturbando. Se nos pone en ese lugar donde no nos pasa por la cabeza que una mujer podría masturbarse, es tan ridículo.
-¿Cómo estás con tu novio, Bobby?
-Súper contentos. En mayo, va a hacer cuatro años que estamos conviviendo. Tenemos dos perritas que adoramos.
-¿Te gustaría casarte?
-Si me lo propone, lo consideraría porque realmente estoy muy enamorada. Para mí no es un tema importante. Yo creo que posiblemente él en algún momento quiera porque es más joven que yo y nunca se ha casado. El tiene 28.
-¿Cómo te llevás con los 12 años de diferencia entre ustedes?
-Me costó aceptar la diferencia de edad. Ahora está buenísimo y es algo que estoy disfrutando mucho porque ha sido una gran liberación. Yo no ando con mi trofeo para mostrar mi boy toy, nada que ver.
-¿Era un tabú para vos?
-Sí, yo he tenido tabúes (risas). Soy humana. Nunca me pareció mal en otras personas, pero a mí nunca me habían atraído hombres más jóvenes, entonces cuando aparece Bobby y me insiste en salir, yo me doy cuenta que me gustaba y me pregunté por qué. Me generó esa cosa de «uy, soy una vieja», hasta que me convenció, claramente. Fue muy cool a los 37 años siendo «la sexóloga», teniendo mi carrera armada y creyéndome muy liberada, darme cuenta que todavía estoy aprendiendo de mis prejuicios, que no sabía que tenía, y están ahí metidos.
-¿Te gustaría tener hijos?
-Me encantaría, hacemos la tarea, papá Dios tiene que mandarlo. Estamos hace un tiempito viendo si Él nos lo manda y si se nos da vamos a ser muy felices y si no también porque en la vida hay muchas bendiciones y no nos podemos quejar.
-¿Adoptar?
-Adoptar sería una linda posibilidad. Siempre pensé que me gustaría así que no lo descarto. Ahora prefiero seguir intentando la bendición biológica, pero independientemente de lo que suceda eso será una alternativa a futuro porque me gusta mucho la idea..
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