La tensión diplomática entre la Argentina y Reino Unido a propósito de la soberanía de las Islas Malvinas sumó hoy un nuevo capítulo a raíz de la confirmación de que el Gobierno iniciará una demanda legal contra empresas petroleras que harán exploraciones en el archipiélago al entender que es ilegal. El secretario de Asuntos Relativos a las islas, Daniel Filmus, y la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, dieron detalles hoy de las denuncia y la reacción no tardó en llegar.
«Es un ejemplo escandaloso de la intimidación y amenazas contra el derecho de los habitantes de las Islas Falkland (como los británicos llaman a las Malvinas) para desarrollar sus recursos económicos», afirmó Philip Hammond, ministro de Relaciones Exteriores, en declaraciones que recogió la agencia ANSA.
El funcionario denunció «hostigamiento» por parte del gobierno nacional y advirtió: «Argentina debe detener este tipo de comportamiento y comenzar a actuar como un miembro responsable de la comunidad internacional».
La imputación del gobierno argentino fue presentada contra los directores, gerentes, síndicos o representantes de las empresas Rockhopper Exploration plc, Premier Oil plc, Falkland Oil And Gas Limited, Noble Energy Inc. y Edison International SpA.
«Queremos que la justicia argentina castigue a las empresas que están operando sin autorización en la plataforma continental argentina», dijo Filmus en la capital británica en declaraciones a la prensa. «Algunas de ellas ya han sido sancionadas administrativamente y tienen prohibición de operar, pero con la nueva ley de hidrocarburos, pudimos impulsar esta acción penal para que un juez determine el delito», añadió.
El funcionario y la embajadora Castro adelantaron que la presentación quedará formalizada el martes próximo ante la Justicia federal de Tierra del Fuego.
Más temprano, el gobierno de las islas emitió un comunicado para asegurar que «no ve cómo la perforación es de ninguna manera una provocación». En la nota, reclamó «el derecho a desarrollar» su economía, «incluido el sector de hidrocarburos».
«Las perforaciones de exploración han estado ocurriendo en aguas de las Islas Malvinas durante muchos años. Vale la pena recordar que fue el gobierno de Argentina el que se alejó de trabajar con las Islas Malvinas en el desarrollo de una industria de hidrocarburos hace algunos años. El derecho interno argentino no se aplica a las Islas Malvinas y esta última acción es claramente otro intento por Argentina para tratar de bloquear el crecimiento económico en las Islas», sostuvo el documento.
Según los kelpers, el argumento argentino sobre la militarización de las Atlántico sur no tiene sustento, pues «las fuerzas británicas están aquí como un elemento de disuasión y los niveles de personal en los últimos 10 a 15 años se han reducido considerablemente».
Este nuevo cruce diplomático se produce una semana después de que Castro fuera convocada a laForeign Office como consecuencia de las palabras de Cristina Kirchner en el discurso del 2 de abril, cuando habló de las «provocaciones» del Reino Unido con el anuncio de hallazgos de petróleo en las Islas del Atlántico Sur. En represalia, el vicecanciller Eduardo Zuain convocó al embajador británico John Freeman para exigirle explicaciones «ante el silencio» frente a revelaciones deEdward Snowden sobre acciones de espionaje electrónico «masivo dirigidas contra la Argentina», y la «militarización y exploración ilegal de hidrocarburos» en las Islas Malvinas.
Comentarios