Empezaron a mediados de febrero, y en todo marzo no pudieron ser controlados, pese al denodado esfuerzo de cientos de bomberos. Los incendios en la patagónica provincia argentina de Chubut continúan y son más de 40 mil hectáreas las que fueron consumidas por el fuego, superficie que duplica la total de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y se acerca a la del Principado de Andorra.
Cerca de 300 brigadistas, llegados desde distintos puntos del país, intentan combatir los al menos seis focos de incendios en la zona de la cordillera de los Andes. Recientemente comenzó un nuevo foco de fuego en El Hoyo y Epuyén. En esta zona fueron 30 las familias que debieron ser evacuadas. En este momento hay disponibles tres helicópteros con helibalde y tres aviones hidrantes. Estos solo pueden operar siempre y cuando las condiciones climáticas colaboren y se lo permitan.
Entre el Parque Nacional Los Alerces, donde se encuentras arboles con una antigüedad de más de 3 mil años, y Lago Puelo, ambos puntos paradisíacos, se perdieron 1650 hectáreas.
Hay tres especies de árboles que corren peligro y que además están en peligro de extinción: Lenga, Ciprés de la cordillera y Ñire.
La justicia de Chubut investiga cómo se originó el fuego a través de los diferentes focos que hoy ya quemó más de 40 mil hectáreas de bosques nativos que tardarán más de 100 años en volver a crecer. Débora Barrionuevo, funcionaria fiscal de El Hoyo quien investiga las causas por incendios expresó: “Hay casi tantas versiones como habitantes. Especulación inmobiliaria, peleas entre vecinos, un brigadista que quiere extender su contrato, un asado que se va de las manos. Pero ninguno aporta pruebas para probarlo”.
En un comunicado, el obispo prelado de Esquel monseñor José Slaby recordó palabras del papa Juan Pablo II sobre la naturaleza en una visita a la Patagonia chilena: “La naturaleza ha sido y continúa siendo agredida; la tierra fue depredada y las aguas están siendo tratadas como si fueran una mercancía negociable por las empresas, además de haber sido transformadas en un bien disputado por las grandes potencias”. Además, el prelado indicó rezar en todas las Misas la oración por la patria.
Mientras tanto, pese a la notable gravedad de la catástrofe, periodísticamente el tema es central sólo en las provincias patagónicas. Los medios nacionales, con el correr de las semanas, han progresivamente abandonado las coberturas, con algunas ocasionales excepciones. Acaso la próxima encíclica del Papa sobre la Ecología eche luz sobre la gravedad de ignorar este tipo de daños a la naturaleza.
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