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Tarjeta del futuro, pesadilla de ladrones y hackers

Una empresa lanzó un prototipo de código cambiante que haría inútil el robo de datos y plásticos; pero actualizarse a esa tecnología de la firma Oberthur sería excesivamente caro para los bancos.

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A medida que los bancos tratan de reducir los casos de fraude, un fabricante de tarjetas de crédito lanzó un prototipo con un código que se actualiza constantemente, en la parte posterior.

Esta semana, CNNMoney recibió un primer modelo de la compañía francesa Oberthur Technologies. Espera que en 2017 se popularice entre los principales bancos.

La mini pantalla de tinta está alimentada por una batería de iones de litio (como la de un teléfono) del tamaño de un sello de correos, la cual está diseñada para durar tres años. Un chip de computadora cambia aleatoriamente el número cada 40 o 60 minutos.

Los ingenieros han logrado comprimir todo eso en una tarjeta normal de 0.76 milímetros de espesor.

El cambio de código hace que la tarjeta sea inútil para cualquiera que haya anotado tu número de tarjeta de crédito, fecha de caducidad y el código en la parte posterior.

Y sería una solución más completa que la que actualmente está siendo implementada por la industria.

El sistema de tarjetas de crédito estadounidense está atravesando por una enorme actualización de 33,000 millones de dólares a tarjetas inteligentes basadas en chips de computadora que se introducen en las nuevas máquinas (en lugar de deslizarlas).

Pero la forma en que los bancos estadounidenses están mejorando las tarjetas de crédito en realidad no detendrá el fraude. Simplemente lo pondrá en línea, donde cualquier persona podrá utilizar los datos de tarjetas robadas para compras que solo requieren de números de tarjetas de crédito estáticos.

De ahí el valor de un código CVV dinámico (ese número en la parte posterior de la tarjeta). Este enfoque crea una contraseña temporal verificada por tu banco en cada transacción, por lo que los datos robados son inútiles después de los primeros minutos.

“La esperanza es que el CVV dinámico reduzca seriamente el fraude”, dijo Martin Ferenczi, el máximo ejecutivo de Oberthur en América del Norte.

Esto es, si los criminales no descifran el algoritmo matemático del cambio de número subyacente.

Sin embargo, una barrera importante es que cada tarjeta es 50 veces más cara que las tarjetas de banda magnética que siguen siendo emitidas por los bancos en Estados Unidos. Y es 10 veces más cara que las últimas tarjetas con chip.

Los bancos compran tarjetas de banda magnética por cerca de 20 centavos cada una. Las tarjetas modernas con chip se venden por 1.20 dólares o menos. Oberthur planea vender estas tarjetas con CVV dinámicos por entre 10 y 20 dólares por pieza.

La diferencia podría ser enorme. Los mayores bancos emiten decenas de millones de tarjetas. Reemplazar 30 millones de tarjetas podría costar 300 millones de dólares.

“Ahora, la pregunta es, ¿hay un modelo de negocio para ese precio?”, dijo Ferenczi.

Será difícil de vender. Oberthur tratará de convencer a los bancos que mejoren sus tarjetas; apenas dos años después de la actualización actual.

Ferenczi dijo que los costos de fraude reducidos y menores dolores de cabeza para los clientes lo valen. Y las características añadidas ayudan. Al cobrar, la tarjeta puede ser deslizada, introducida o incluso fnunciona con un toque (como con Apple Pay o Samsung Pay).

Está tratando de hacer todo lo que los últimos smartphones pueden hacer. Y es por eso que esto se siente como si fuera la última batalla de las tarjetas de crédito físicas.

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