El incendio en Chubut, está lejos de quedar bajo control. El clima no ayuda y lamentablemente se esperan días aún más calurosos y secos. Pero la lucha contra las llamas es desigual. Ahora los brigadistas, que arriesgan sus vidas, hicieron una grave denuncia: Dicen que no cuentan con los elementos de seguridad necesarios para cumplir con su tarea.
Al respecto, Ruben Solís, miembro de una de las brigadas que está combatiendo el fuego en la provincia patagónica, denunció «la falta de elementos de calidad». «El Estado nos provee la ropa ignífuga, pero cuando se expone a altas temperaturas, se encoje toda», dijo en referencia a los uniformes con los que deben trabajar.
Otra herramienta fundamental en la batalla contra el incendio son los aviones hidrantes. Hace dos años, el Gobierno presentó por cadena nacional la compra de 26 aviones hidrantes, por 57 millones de pesos. La pregunta obligada es: ¿Dónde están? ¿Cuántas aeronaves se encuentran operativas?
En la actualidad, hay seis aviones en funciones y un helicóptero. Tres aeronaves están cumpliendo tareas en la ciudad de El Maitén, dos aviones en El Bolsón, otros dos hidrantes en San Carlos de Bariloche y ayer se acoplaron para cooperar dos helicópteros de Chile.
Héctor Panighi, jefe del servicio federal del manejo del fuego, admitió que «el Estado no tiene aviones propios» para atacar las llamas, que arrasaron ya más de 34 mil hectáreas en la provincia. Y las naves que están operativas «son de varias empresas que se presentaron a la licitación pública».
También existe una discusión técnica. Los aviones que trabajan en estos momentos son parecidos a los fumigadores, que pueden cargar 3 mil litros de agua. Algunos expertos opinan que hacen falta naves similares a las que hay en Canadá, por ejemplo, que tienen una capacidad de 10 mil litros, y no necesariamente tienen que ir a un aeródromo para abastecerse de agua, lo pueden hacer directamente con un vuelo rasante sobre un río.
La explicación oficial es que se utilizan pocas aeronaves porque no están en condiciones de sobrevolar las llamas. Pero cuanto más pasa el tiempo, más difícil se hace poder contener las llamas.
Así, con malas condiciones laborales, climáticas, y de combate, el incendio en Chubut amenaza con propagarse aún más.
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