En la llamada, Obama se comprometió «a perseguir sin descanso a los terroristas responsables del cautiverio y muerte» de la joven cooperante, y destacó que su gobierno «está preparado para ayudar a la familia en las difíciles semanas y meses que hay por delante».
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, subrayó que «el EI, y solo el EI, es la razón por la que Kayla se ha ido».
«Todos los estadounidenses lloran su pérdida, una joven estadounidense caritativa que representaba todo lo bueno del espíritu humano», indicó el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, citado por la agencia de noticias EFE.
El comunicado de la Casa Blanca destacó la experiencia humanitaria de Mueller. En Arizona trabajó de voluntaria en un refugio de mujeres y en una clínica de tratamiento del VIH.
También colaboró con organizaciones humanitarias en India, Israel y en los territorios palestinos ocupados.
Más adelante fue a Turquía, donde asistió a refugiados sirios. Desde allí se desplazó a Siria, donde fue secuestrada tras salir de un hospital en la ciudad de Aleppo, en el noroeste del país, que desde marzo de 2011 está sumido en una guerra que ya causó unos 200.000 muertos y miles de desplazados.
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