Allí se produce un Whisky llamado La Alazana Patagonia Single Malt. La semana pasada decidimos ir a visitarla: allí nos esperaban Lila y Nestor Serenelli, propietarios junto a Pablo Tognetti. El programa incluía un exquisito asado que había encontrado su punto justo durante lentas horas de cocción en la cocina a leña.
Ambos socios, movedizos y apasionados, realizaron viajes a Escocia, Irlanda y Gales, cuna de esta legendaria bebida, para aprender y conocer grandes destilerías. Pero antes del banquete, decidimos visitar los alambiques. Se podía llegar a ellos con solo seguir los maravillosos aromas a fermentación que rodeaban la sala. Néstor nos explicó que utilizan dos tipos de malta para la elaboración de este Whisky, una de la Ciudad de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires y la malta ahumada de Bélgica. «La misma que usan en Escocia”, aclara.
La malta se mezcla con agua caliente y se macera. Este procedimiento permite cortar las cadenas de almidones complejos y largos que tiene el grano de cebada, y transformarlo en azúcares más simples para que la levadura pueda actuar. Luego se enfría este mosto, se lo coloca en fermentadores, y se inocula la levadura. El proceso de fermentación dura entre 5 y 7 días. En La Alazana se extreman los cuidados y el nivel de detalle durante la fermentación. Es en este momento cuando se forman gran parte de los esteres, aromas y sabores que luego encontraremos en la botella de whisky terminada.
Una vez que se obtiene el alcohol, se procede a la doble destilación en alambiques. Estos bellos destiladores con caldera y serpentín de cobre, son también parte del secreto de los aromas y sabores del producto final. El proceso de destilación se realiza por lotes, es costoso y requiere mucho tiempo y expertise de quien los opera, en este caso Néstor Serenelli. A su vez, pueden producir bebidas de altísima calidad y complejidad.
El valor y significado de un Single Malt
Para que un Whisky pueda exhibir la designación Single Malt, el mismo debe ser producto de una sóla destilería, es decir macerado, fermentado, destilado, añejado y embotellado allí. Si bien esta categoría de Whiskies sólo abarca un 3 o 4 % del mercado, los Single Malt representan la mayoría de los productos de alta gama. Lo más común es que tengan una indicación de edad en su etiqueta, edad que corresponde al componente más joven del corte, respetando el mínimo de tres años de añejamiento en barricas de roble.
La crianza del Single Malt La Alazana es otro de los factores determinantes, que influye directamente en su estilo y sabor. Las barricas hacen un gran aporte de color, aromas y sabores a los whiskies. En La Alazana se importan barricas desde Kentucky (E.E.U.U.) que han sido utilizadas previamente para añejar Bourbon. Para agregar complejidad al blend también se utilizan barricas que anteriormente añejaron Jerez y otras de Cognac . ”Cada barrica es un mundo” comenta Serenelli
En nariz es complejo, fresco, con muy buena intensidad de aromas florales, frutos secos, fruta de carozo (damasco), algo especiado y tostado. En boca se presenta con cuerpo medio, y textura sedosa. El alcohol está integrado con los sabores a frutos secos, malta, especias (canela, vainilla), cáscara de cítricos, pan tostado y sabores lácticos que le otorgan un agradable y persistente final en boca.
Un Single Malt de excelente calidad, con la identidad patagónica, custodiado por la Cordillera de los Andes.
Comentarios