El objetivo es que se transforme en la única proveedora de sistemas de energía alternativa para hogares, comercios, industrias, bombeos de agua conectados a la red, alumbrado público y emprendimientos mineros y petroleros. Su construcción, que requiere de una inversión de 1.500 millones de pesos argentinos, creará 300 puestos de trabajo y necesitará del desarrollo industrial de 65 subproductos.
Se estima que su producción será de 3.560 lingotes de silicio microcristalino, más de 16 millones de obleas de silicio, 16 millones de celdas fotovoltaicas y casi 220.000 paneles solares fotovoltaicos al año. A nivel energético, esto equivale a aproximadamente 71 mega watts de potencia producida al año, casi 130.000 mega watts hora a producir por año y 43.117 hogares a cubrir al año, lo que equivale a instalar unos 250 equipos de energía soler en los hogares argentinos por mes.
La planta de 15.700 metros cuadrados que comenzará a operar el año que viene se instalará en el Parque Industrial 9 de Julio, a pocos kilómetros al oeste de la capital de San Juan. Contará con cuatro líneas de producción para fabricar lingotes de silicio, obleas cristalinas de silicio, celdas fotovoltáicas y paneles solares fotovoltáicos. Incluirá así todas las etapas productivas.
En la colocación de la piedra basal de la fábrica, el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, expresó: “vamos a iniciar la construcción del principal emprendimiento tecnológico energético de la provincia y de Sudamérica, que se inscribe en el proyecto nacional de desarrollo de una nueva matriz energética para la Argentina”.
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