Un robot capaz de bucear por el interior de los recipientes a presión de los reactores nucleares fue desarrollado, como trabajo final de su carrera de grado, por un ingeniero mecánico del Instituto Balseiro. Matías Robador lo bautizó Robotino y con él obtuvo el premio “Innovación en la universidad” en Innovar 2014.
Robador se recibió en junio de 2014 en el instituto que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Universidad Nacional de Cuyo.
Este jujeño criado en Salta cuenta que se trata de “el primer prototipo de un robot que queremos construir para poder inspeccionar visualmente el interior de los recipientes a presión de los reactores nucleares. Tiene una forma esférica, con aproximadamente 25 centímetros de diámetro. Es decir, es similar al tamaño de una pelota de fútbol”.
“Sus funciones serían poder tomar imágenes o videos bajo el agua para verificar el estado de los componentes que hay en el interior de un reactor nuclear”, contó.
El joven innovador estudió dos años Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Salta y luego ingresó al Balseiro con una beca completa. En declaraciones difundidas por el propio Balseiro, contó que por ahora “no existen muchos otros robots submarinos destinados a este tipo de aplicaciones nucleares. De hecho, son contados con los dedos de las manos los que pudimos encontrar en la búsqueda bibliográfica, y algunos de ellos todavía están en desarrollo, al igual que Robotino”.
Lo más innovador de su robot es su sistema de propulsión, que se basa en chorros de agua o jets. “Es similar a la propulsión de los calamares y pulpos”, dijo.
El proyecto fue desarrollado bajo la dirección de Luis Rovere y la codirección de Sol Pedre. “También tuve algunos aportes y el apoyo constante de todo el grupo de Robótica del proyecto Carem de la CNEA”, destacó.
“Decidí estudiar ingeniería porque es lo que me apasionó desde chico. Siempre me interesé por saber cómo funcionaban algunas máquinas. Me llamaban mucho la atención los mecanismos, los movimientos, las luces, la electricidad”, se entusiasmó al hablar de su carrera.
El año que viene, Robador seguirá en el Balseiro, aunque ahora para cursar la Maestría en Ingeniería. “De ser posible -se ataja-, me gustaría trabajar en el mismo grupo, de Robótica, y continuar con el mismo proyecto: Robotino 2.0″.
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