Rusia y Estados Unidos anunciaron que sus respectivos cancilleres se reunirán, en un contexto de tensión entre ambos países, tras autorizar el Congreso estadounidense nuevas sanciones contra Moscú y la entrega de armas a Ucrania.
El encuentro entre John Kerry y Sergei Lavrov, que según había dicho inicialmente Washington, debía celebrarse mañana lunes, tendrá lugar finalmente hoy en Roma, indicaron ambos países ayer.
Rusia también amenazó nuevamente con tomar medidas de represalia contra Estados Unidos tras la adopción de la ley del Congreso norteamericano.
El gobierno prooccidental de Kiev se felicitó el viernes del voto “histórico” en el Congreso estadounidense para autorizar la entrega de armas a Kiev, y la adopción de nuevas sanciones contra Moscú.
“No hay ninguna duda de que no podremos dejar sin respuesta” nuevas sanciones, declaró ayer el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Ryabkov.
Ryabkov denunció las “inaceptables decisiones” y los “sentimientos antirrusos” que, según él, animaron el voto en el Congreso de Estados Unidos.
La decisión de la Cámara es un primer paso de gran valor simbólico para Ucrania, que desde hace meses trata de convencer a sus aliados de que le vendan armas para sus soldados, mal equipados frente a unos rebeldes pro rusos apoyados -según Kiev y las potencias occidentales- por Rusia.
Hasta ahora, Barack Obama sólo ha autorizado el suministro de armas como radares antimortero, gafas de visión nocturna o chalecos antibalas.
Kiev, por su lado, también ha pedido a la Unión Europea que “mantenga sobre la mesa” la posibilidad de nuevas sanciones contra Moscú. Rusia “juega un juego” y “trata de crear de una pantalla de humo” sobre su papel en el conflicto, dijo en Bruselas el embajador ucraniano Constantin Yelisiev.
Once ataques en plena tregua
El ejército ucraniano informó ayer de 11 ataques rebeldes contra sus posiciones en el Este separatista pro ruso, donde se vio a un drone sobrevolar el estratégico puerto de Mariupol, última gran ciudad de la región bajo control de Kiev.
“Las actividades de inteligencia del enemigo se han intensificado en torno a Mariupol, donde fue detectado un drone”, indicaron militares ucranianos.
La tregua instaurada desde el martes fue violada 11 veces en las últimas 24 horas con disparos de mortero y artillería en torno a varios puntos conflictivos, como Shastia o Stanitsa Luganska, en la región separatista de Lugansk, según la misma fuente.
Además, el gobierno ucraniano prohibió “por razones de seguridad” todos los vuelos con destino a Dnipropetrovsk, Járkov (este) y Zaporijia (sur), tres grandes ciudades próximas al frente.
Estas ciudades, centros industriales del país, son las capitales de tres regiones fronterizas con las de Donetsk y Lugansk, feudos separatistas pro rusos.
El aeropuerto de Lugansk está totalmente destruido y el de Donetsk es escenario de violentos combates entre fuerzas ucranianas y separatistas prorrusos, desde hace meses.
Según la ONU, el conflicto, que estalló en abril pasado, ha dejado 4.634 muertos, incluidos los 298 pasajeros del avión de Malaysia Airlines derribado en julio por un misil cuando sobrevolaba la región controlada por los separatistas pro rusos.
La crisis ruso-ucraniana también tuvo ayer consecuencias inesperadas en el ámbito cultural, cuando la escuela estatal de danza de Kiev renunció a los fondos que se habían conseguido en una gala de caridad en el teatro ruso Bolshoi porque la organizadora -la bailarina Svetlana Zajarova- apoyó la anexión de Crimea por parte de Rusia.
La gala, en la que participaron bailarines rusos, ucranianos y franceses, tenía el objetivo de permitir la renovación de la escuela de Kiev, donde Zajarova se formó.
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