En Neuquén, como en buena parte del país, las operaciones “caseras” con la moneda norteamericana ya son una práctica cotidiana para combatir la desvalorización del peso argentino.
Lo curioso es que la operatoria se realiza de manera legal, sin necesidad de “arbolitos” o intermediarios que trabajen de manera clandestina.
El mismo sistema ampara -al menos hasta ahora- a este tipo de transacciones que, simplemente, consisten en comprar el dólar oficial y cambiarlo luego en una agencia de viajes o en alguna otra entidad dedicada a la venta de divisas.
Una vez aprobada la solicitud y el cupo correspondiente, el dólar se puede adquirir a 10 pesos (si no se lo deja depositado) e inmediatamente se vende de manera oficial a un promedio de 14, que es lo que pagan algunas casas de cambio. En el caso de aquellos que tienen un cupo de 400 o 500 dólares para comprar, terminan ganando automáticamente unos cuatro pesos por cada unidad norteamericana.
La diferencia, de acuerdo con la compra, ronda por lo general entre 1.500 y 2.000 pesos en cuestión de minutos. Y se vuelve a repetir al mes siguiente de la misma manera.
Las dos primeras cuadras de la calle Juan B. Justo, en pleno corazón de la ciudad, son parte de la pequeña “city bancaria”, que en horario matutino está atestada de personas haciendo trámites. Es un frenesí de gente caminando apurada y con cara de preocupación.
“Se vende, pero no mucho porque no es fácil, la gente desconfía y además tiene su propia forma de hacer negocio sin necesidad de recurrir a nosotros”, asegura Roberto, uno de los pocos “arbolitos” que trabajan de manera discreta sobre la vereda de Juan B. Justo.
El hombre, reticente al diálogo, explicó que la operación de compra y venta legal les complicaron el negocio. “Los que más necesitan dólares hacen la diferencia comprándolos en el banco y vendiéndolos el mismo día en las casas de cambio”, aseguró. Y dijo que para las “grandes operaciones” están las denominadas “cuevas”, que en Neuquén no son muchas, pero se encargan de los clientes “de peso”.
El fenómeno de la compra y venta instantánea quedó reflejado en la menor cantidad de contribuyentes que deja los dólares depositados, pese a que si se lo hace por un año no se les cobra el 20% de recargo. Según informó el diario Cronista Comercial, hace dos meses el 10,1% de quienes compraban la divisa norteamericana lo dejaba en el banco, mientras que ahora solo el 9,2% de los ahorristas lo hace.
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