Frente a la inseguridad cotidiana, la tecnología puede ser una aliada para tratar de combatirla. Por eso en Argentina, las autoridades desarrollaron aplicaciones para que los teléfonos celulares actúan como botones de pánico para alertar a la policía y enviar mensajes automáticos a quienes determine el usuario.
«Las aplicaciones son bastante simples, utilizan los mismos requerimientos del teléfono, el GPS, el chequeo y el registro de ese mismo teléfono”, explica Martín Vivas, facilitador de Comunidades Tecnológicas Latam.
“ Uno cuando descarga la aplicación se registra como usuario entonces en ese sentido, si bien la operatoria es bastante simple y hay sólo tres botones, el registro y el chequeo de la seguridad de la alerta que estás dando se da por dos canales, primero por verificar al usuario y por otro lado por recibir muchas alertas en una misma zona», agrega Vivas.
Luisa Merele, que trabaja como encargada y vigilante en un edificio, decidió comenzar a utilizar estas aplicaciones para protegerse. «Hay mucha inseguridad en todos los alrededores y bueno, me preocupa mucho. El botón de pánico es muy importante, ayuda mucho a la seguridad”, afirma.
Algunas de las aplicaciones disponibles son el “Botón de alerta”, desarrollada por la Provincia de Buenos Aires y “Tigre alerta”, de la comuna homónima ubicada al norte de la capital argentina.
Si bien no buscan reemplazar al 911 o los teléfonos de emergencias, ambas pueden programarse para dar aviso inmediato a la policía incluyendo la ubicación exacta.
Los especialistas afirman que casi cualquier celular inteligente puede correr estas aplicaciones, pero destacan que debe ir acompañada de una política de seguridad integral.
«La herramienta es útil en la medida en que haya una respuesta del Estado y que además a esa información después se le agregue inteligencia. Porque si uno junta esa información y ve que recurrentemente se encuentran robos de determinada manera, en determinados horarios uno puede prevenir”, sostiene el consultor Eugenio Burzaco.
Según datos de 2012 de la Universidad estadounidense de Vanderbilt, Argentina tiene un porcentaje de robos con armas de casi el 18%, un 4% más que el promedio de América Latina.
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