Desde el miércoles por la mañana un tímido grupo de jovencitos levantó campamento en la puerta del estadio GEBA. La escena, similar a las de cualquier fanático que sigue a su ídolo, fue aumentando en número de personas cada vez que la fecha para el show de Miley Cyrus se acercaba. Banderas, remeras y vinchas con el rostro de la ya polémica artista se convirtió en parte del paisaje.
Anoche, alrededor de las 21, la niña que otrora conquistó al público con su personaje de Hannah Montana,apareció en escena con una malla enteriza color amarillo y una estola al tono. En la primera parte del recital, dos gigantes peluches acompañaron a la artista y, más tarde, otros muñecos, globos y fuegos artificiales hicieron del show una verdadera fiesta.
La cantante se presentó por segunda vez en el país -ya lo había hecho en 2011 en River- en el momento de mayor apogeo en su carrera. Después de algunos entredichos y cuestionamientos (fue sancionada en México por pasarse la bandera por sus partes íntimas), la “mini diva” culminó en nuestro suelo la gira latinoamericana de su Bangerz Tour, en el que recorrió sus principales éxitos y clásicos como Wrecking Ball, We can’t stop y Maybe You’re Right, entre otros.
Al cierre de esta edición, la controvertida mujercita hacía delirar a los más de 18 mil fanáticos que colmaron las instalaciones del estadio.
La cantante pop Lali Espósito fue una de las tantas artistas nacionales que asistió al evento que, a juzgar por sus admiradores, no defraudó.
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