El corazón del seleccionado de básquetbol sigue latiendo fuerte en los Juegos Olímpicos de Pekín. < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />La Argentina sufrió, pero tuvo coraje para meterse en las semifinales al vencer a Grecia por 80 a 78, en el Gimnasio Olímpico de Wukensong, y, ahora, espera a los Estados Unidos, pasado mañana, a las 11.15, hora de nuestro país, para buscar el pasaje a la final y defender la medalla de oro lograda en Atenas 2004.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
El final del partido fue para el infarto. La Argentina llegó a sacar 5 puntos de ventaja a 46 segundos del final, con un doble de Emanuel Ginóbili. Sin embargo, Grecia redujo la diferencia (80-78) y tuvo el tiro del final, luego de que Manu fallara un triple. Luis Scola tomó el último rebote del partido, sobre la chicharra, y tiró el balón al aire para desatar el festejo, el desahogo por un encuentro extremadamente cerrado definido desde la experiencia de un equipo, que parece no conocer de límites.
Como en Atenas 2004, Grecia fue el rival en los cuartos de final y, como aquella vez (éxito por 69-64), se consiguió el pasaje a semifinales para enfrentar a los Estados Unidos, que hoy se impuso a Australia por 116 a 85. El Dream Team casi no mostró fisuras durante el certamen, aunque el corazón del equipo de Sergio Hernández es grande y por qué no soñar con otro éxito ante los norteamericanos como hace cuatro años.
El trabajo de Carlos Delfino desde tres puntos fue clave para las aspiraciones de la Argentina en el partido. El base anotó cinco triples en ocho intentos para totalizar, en 27 minutos, 23 puntos, 18 de ellos consecutivos entre el tercero y el último cuartos. Ginóbili terminó siendo, nuevamente, el goleador del equipo, con 24 tantos (6 de 13 en triples).
La injerencia de ellos fue tal que, de los 25 puntos que anotó el equipo de Hernández en el cuarto final, 22 fueron entre Ginóbili y Delfino. Junto con el goleo de Manu y Carlitos, la labor defensiva de Prigioni fue decisiva. El base cordobés robó cinco pelotas y bajó seis rebotes.
No fue tan destacada en los números la labor de Scola, con 11 puntos y 8 rebotes. Nocioni, por su parte, sumó 12 unidades. Por Grecia se destacaron Fotsis, con 17 tantos y 10 rebotes en 33 minutos.
El partido. El primer tiempo fue muy parejo. La Argentina y Grecia prácticamente no se sacaron ventajas, a pesar de que los europeos se fueron arriba en el marcador por 40 a 39. En el cuarto inicial, los griegos sacaron esa unidad de ventaja (23-22). El seleccionado se mantuvo de pie con los triples de Ginóbili, que en los primeros 10 minutos convirtió tres de cuatro en tiros de tres.
Manu sólo marcó con triples en el primer tiempo y terminó con 12 puntos la parte inicial. El trámite fue cerrado, con defensas esforzadas, y ataques exigidos. La preocupación se encendió en el banco argentino, cuando a menos de 3 minutos para el final del segundo cuarto, que finalizó 17-17, Andrés Nocioni, que arrastraba una hiperextensión en un tendón de la parte superior de la pierna izquierda, dejó la cancha y se abrió un interrogante para el tramo final del match.
Sin embargo, el Chapu salió a jugar el tercer cuarto y convirtió los primeros dos puntos de la Argentina. El seleccionado sacó ventaja mínima en esta cuarto (56-55, con un parcial de 17-15). Estaba abajo el equipo nacional (44-43) y, con un doble y un triple de Prigioni, pasó adelante para tomar las riendas de un match, que seguía siendo extremadamente parejo. El equipo de Hernández pagaba caro las pérdidas, pero disfrutaba de su eficacia en triples.
La tensión se apoderó de la noche en el Gimnasio Olímpico de Wukensong. Los 10 minutos finales definirían el match. La Argentina tomó más ventaja de la mano de Delfino, con un repertorio de triples y dobles. Sin embargo, Grecia se recuperó y otra vez se puso a tiro, luego de que el seleccionado sacara la máxima diferencia hasta entonces de 7 puntos. Pero Delfino seguía encendido para mantener al conjunto nacional adelante, con 15 puntos consecutivos en el cuarto final.
Los nervios de punta brotaban desde las tribunas. La Argentina sacó 5 de ventaja a 46 segundos del final (80-75) y, aunque Grecia contó con la última bola del encuentro, con una desventaja de sólo dos puntos, el corazón argentino pudo más. El seleccionado sigue de pie y no renuncia a su sueño.
El futuro, con la vista puesta en el podio. Si la Argentina supera pasado mañana a los Estados Unidos, jugará la final por el oro, el domingo, a las 3.30, hora de nuestro país. Si cae, irá por el bronce, el mismo domingo, a la 1 de la madrugada. En la otra semifinal, jugarán España y Lituania.
Fuente: La Nación