El equipo argentino se impuso por quince puntos a su par iraní, aunque la actuación no fue del todo convincente ya que el desarrollo fue desprolijo y el nivel de la “Generación Dorada” estuvo por debajo del que demostró en su presentación anterior frente a Croacia.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />
Los parciales fueron 19-14, 42-33, 72-57 y 97-82 y el goleador y figura del partido fue el jugador de los San Antonio Spurs, Emanuel Ginóbili, con 32 puntos. Lo siguió el siempre efectivo Luis Scola con 20.
En los primeros minutos el seleccionado argentino tuvo problemas para armar sus ataques y fue impreciso a la hora de convertir, mientras que el conjunto iraní con los lanzamientos de tres puntos de Davari y Afagh (4 de 7) impuso condiciones por momentos.
En la defensa, una vez más, el rol de líder lo asumió Andrés “Chapu” Nocioni, para que el combinado albiceleste comience a poner las cosas en su lugar.
De a poco, Ginóbili y Scola tomaron el control de la ofensiva y los rebotes defensivos comenzaron a ser capturados por sus compañeros, aunque en el marcador, el primer período parejo ya que finalizó con un ajustado 19 – 14.
En la segunda parte, a falta de las conversiones de tres puntos, comenzó a sumar minutos Carlos Delfino, pero sin demasiados resultados de la mano del primer suplente, en cambio sí se sumó de a tres gracias a algunas intervenciones de Pablo Prigioni.
“Manu” definitivamente se hizo cargo de la ofensiva argentina y, acompañado por el de los Houston Rockets, la ventaja se fue agrandando de a poco.
Los iraníes insistieron con los lanzamientos desde afuera, pero fueron perdiendo efectividad con el correr de los minutos, ítem en el que los de Hernández tuvieron falencias llamativas.
El ingreso de Hamed Hihadadi le trajo otra preocupación a Argentina y por eso, el entrenador solicitó el primer tiempo muerto.
La actuación no fue del todo convincente al finalizar el segundo período y la ventaja se sostuvo en las limitaciones de Irán. El desarrollo fue desordenado y beneficioso para los asiáticos.
Fabricio Oberto, junto con Nocioni se mostraron, dentro del desorden generalizado, como ruedas de auxilio permanentes para sus compañeros, lo que posibilitó que el equipo pueda mantener cierta comodidad en el marcador y un poco más en el juego.
El < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />
El inicio de la tercera parte no cambió demasiado respecto de la primera mitad: desprolijo, con un equipo iraní que se le animó a la selección argentina y un Emanuel Ginóbili como líder absoluto del campeón olímpico con tres un de triples consecutivos, con los que alcanzó su promedio de goleo de 20 puntos.
A pesar de una floja defensa y a veces fuera de tiempo, los de Hernández comenzaron a sacarse de encima “el problema de Irán”, ya que estiraron la ventaja máxima a un promedio de 13 puntos.
El actual campeón asiático fue perdiendo fuerza de a poco, los triples dejaron de ser tan continuos y el pivote Hadadi comenzó a ser más controlado por los internos argentinos.
Un Nocioni muy colaborador en defensa y con una gran cantidad de minutos en cancha, recién anotó su primeros dobles a falta de menos de un minuto para cerrar el tercer período y llevar la ventaja a 15 puntos.
En el último cuarto, la “Generación Dorada” reguló el trámite del encuentro, mantuvo su ventaja y le dio descanso a los cinco titulares (Ginóbili, Oberto, Nocioni, Scola y Prigioni) quienes, con el objetivo de desgastarse físicamente en un partido con sentencia puesta, le dejaron los minutos finales a los relevos como Quinteros, Porta y Delfino.
El próximo objetivo argentino será Rusia para cerrar la participación en el grupo A y comenzar a pensar en los cuartos de final.
Fuemte: Telam