Cuando Moyano y sus allegados en la CGT parecían haber subido la apuesta («las decisiones de los trabajadores no se cambian», había anticipado Viviani) sorpresivamente -y en el final de su conferencia de prensa- el líder de la central obrera dio la sorpresa: se levantaba el paro y la movilización del próximo lunes.
Camioneros había anticipado un paro total desde las 6 dese día, a lo que -el viernes desde temprano- se adhirieron todos los gremios del transporte. Se preveía así un lunes muy complicado en todo el país. Camioneros iba a movilizarse hacia la Plaza de Mayo…La huelga abarcaba trenes, subtes, aviones, taxis y colectivos.
Pero anoche, en el final de su exposición y después de haber criticado como lo hace habitualmente a la oposición y a la prensa, Moyano sorprendió: se levantaba la medida. «Queda en suspenso», dijo concretamente.
Alivio para el Gobierno nacional que, desde que estalló este caso en el mediodía del jueves, no había expresado una palabra. Trascendió que hubo negociaciones entre el camionero y funcionarios del Gobierno nacional para conseguir esta suspensión.
EL ESTALLIDO
La bronca de Moyano y los suyos surgió después de que se conociera el pedido de un fiscal suizo (que investiga los movimientos de la firma Covelia, a la que supuestamente estaría vinculado Moyano) hacia la Justicia argentina. Dicho pedido -que pasó por Cancillería- sigue su curso aquí, según confirmó el juez Oyarbide: tienen que remitir las causas en las que se investiga en nuestro país a Moyano y su entorno.
Tanto Moyano como sus asesores legales (su abogado Daniel Llermanos y el diputado Héctor Recalde) descalificaron el pedido de la Justicia suiza.
Moyano había conseguido primero el apoyo de su gremio y luego, de la CGT: en la reunión de la tarde participaron 90 gremios y hablaron 17 secretarios generales. Pero se levantaron las medidas con el argumento de que «el exhorto de la Justicia suiza es una operación política de un poderoso sector de la economía», al que no identificaron.
Anoche, desde sectores allegados a Moyano, insistieron en que su alianza con el kirchnerismo «sigue igual de sólida que siempre». No obstante, allegados al kirchnerismo habían cuestionado el llamado al paro y la movilización.
Por otro lado, trascendió que Moyano -durante la mañanahabía pedido la salida de todo su equipo que integra la Administración de Programas Especiales (APE), administrando subsidios a obras sociales sindicales.